- Se fragmentan losas para acelerar el proceso, con seguridad para trabajadores.
- Se verifica cada etapa de la demolición, explicó en recorrido.
En el edificio de Coquimbo 911, colapsado durante el terremoto del 19 de septiembre, se están fragmentando las losas, para hacer módulos de 3.30 metros de largo, por 1.80 de ancho y 40 centímetros de altura, con el fin de agilizar la remoción de los escombros, revisar cada trabe, columna y constatar el comportamiento de la estructura principal de los inmuebles, informó el jefe delegacional en Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo Román.
Durante un recorrido de supervisión por la zona afectada en la colonia Lindavista, explicó que para bajar cada pieza desde cada uno de los pisos que se desmontan, se está trabajando con base en protocolos rigurosos y con todas las normas de calidad en materia de demolición.
Siempre sujetos a la línea de vida, los operarios especializados, indicó el delegado, aseguran el segmento, que se baja con la grúa, al nivel del piso, con lo cual se constata que se está haciendo todo lo científica y técnicamente posible para que los trabajadores manejen con toda seguridad los tramos descritos.
En cada etapa de la demolición se realizan estudios, con la finalidad de comprobar que se ha hecho lo mejor y cómo debe darse el siguiente paso, de forma que toda la presión que se haga en el momento, recaiga hacia el centro del edificio y que no haya tensión sobre los inmuebles de Coquimbo 909 y 911-Bis, en un proceso cuidadoso y ordenado.
Así se verifican los procesos, con la finalidad de que los vecinos puedan normalizar su vida diaria, tanto quienes perdieron todo en el edificio colapsado, como los vecinos de los laterales, que pueden recuperar sus departamentos y lograr que sus edificios se mantengan en buenas condiciones, concluyó Lobo Román.