*Unicef y organismo mexicano promueven iniciativa “Juguemos en las calles”
México, 28 Abr 2017.- En México, festejar a la niñez no sólo significa la entrega de obsequios, un trato preferencial o llevarlos de paseo, sino de promover una sana convivencia y de que los padres de familia tengan la confianza de que al salir sus hijos a las calles gozarán de un ambiente seguro y en paz.
Porque, además, son protagonistas de su entorno, de sus comunidades y sus derechos deben estar garantizados siempre, este 30 de abril, las niñas y niños podrán celebrar su día no solo en las escuelas o en sus casas, sino también en el exterior.
En este año, la celebración del Día de la Niña y el Niño estará enfocada en el tema: “Juguemos en las calles”, iniciativa dada a conocer el pasado 14 de abril por el Sistema de Protección Integral para Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México.
La propuesta busca celebrar a la niñez, hacer visible que son titulares de sus derechos y que cada rincón del país debe ser un espacio propicio para su desarrollo y bienestar, destaca la Secretaría de Gobernación.
Se trata de una acción que pretende que esa fecha los infantes en México, que representa a un tercio de la población total, salga a la calle a festejar su día en plazas, centros recreativos y deportivos, con el propósito de promover y ejercer su derecho a jugar, al esparcimiento, al deporte y al descanso de forma segura y en paz.
La celebración del Día del Niño surge el 14 de noviembre de 1954, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas sugirió a los gobiernos de los países, que en ese entonces la integraban, a crear un Día Universal del Niño.
En México se celebra a la niñez el 30 de abril; en Colombia el último sábado de ese mes; en Paraguay, el 31 de mayo; en Venezuela, el tercer domingo de junio; Uruguay, el 9 de agosto y Brasil el 12 de octubre, por sólo mencionar algunos.
La ONU celebra ese día el 20 de noviembre, en conmemoración a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y de la Convención sobre los Derechos de los Niños en 1989, con el objetivo de promover el bienestar de la infancia.
“El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental será el interés superior del niño.»
De acuerdo con Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, ese sector tiene derecho a vivir en un medio ambiente sano y sustentable, y en condiciones que permitan su desarrollo, bienestar, crecimiento saludable y armonioso, tanto físico como mental, material, espiritual, ético, cultural y social.
Además, corresponde a quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guardia y custodia de niñas, niños y adolescentes, la obligación primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida suficientes para su sano desarrollo.
Mientras que las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas competencias, coadyuvarán a dicho fin mediante la adopción de las medidas apropiadas.
En cuanto a su derecho al esparcimiento, juego y a las actividades recreativas propias de su edad, así como a participar libremente en actividades culturales, deportivas y artísticas, como factores primordiales de su desarrollo y crecimiento.
En ese sentido, las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de las demarcaciones territoriales de la ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas competencias, están obligadas a garantizar ese derecho y a fomentar oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, para su participación en actividades culturales, artísticas y deportivas dentro de su comunidad.
Para ello, las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas competencias, están obligadas a garantizar el derecho de niñas, niños y adolescentes al descanso y el esparcimiento.
Asimismo, a fomentar oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, para su participación en actividades culturales, artísticas y deportivas dentro de su comunidad.