Ciudad del Vaticano, 12 May 2017.- El Papa Francisco viaja hoy al santuario de Nuestra Señora de Fátima, para recordar los 100 años de las apariciones de la Virgen en esa aldea del centro de Portugal y declarar santos a dos de los tres pastorcitos videntes.
Según el programa difundido por el Vaticano el avión papal, un A321 de Alitalia, despegará a las 14:00 horas local (13:00 GMT) y recorrerá mil 860 kilómetros hasta la base aérea de Monte Real, ubicada a 40 kilómetros de Fátima.
El vuelo durará aproximadamente tres horas 20 minutos y durante el mismo sobrevolará Italia, Francia, España y Portugal. Al aterrizaje, está prevista una ceremonia de bienvenida con honores militares, honores a las banderas y presentación de las delegaciones.
Inmediatamente después, el líder católico sostendrá un encuentro privado con el presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, que incluirá un intercambio de regalos. Visitará la capilla del aeropuerto y se trasladará en helicóptero al estadio de Fátima.
De allí, a bordo del papamóvil recorrerá las inmediaciones del santuario mariano, donde estará congregada una multitud, y después tendrá un momento de oración en la capillita construida en el lugar exacto de las apariciones, que comenzaron el 13 de mayo y se extendieron hasta el 13 de octubre de 1927.
El pontífice cenará temprano en la residencia destinada a él y volverá al santuario para presidir la llamada “bendición de las candelas”, una tradición de Fátima. Allí recitará el rosario e impartirá una bendición.
La mañana de este sábado 13 de mayo, sostendrá una reunión privada con el primer ministro António Luis Santos da Costa, y más tarde presidirá una misa en la cual se prevé la asistencia de más de 500 mil personas.
Durante esa celebración, Francisco elevará al honor de los altares a los pastorcitos videntes Francisco y Jacinta Marto, los dos hermanitos que tenían 9 y 7 años cuando se les apareció la Virgen.
El Papa cerrará su visita, de apenas unas 23 horas de duración, con un almuerzo compartido con obispos de Portugal y una ceremonia de despedida en la base aérea de Monte Real, donde abordará el avión que lo conducirá de regreso al Vaticano.