El mensaje es consistente con sus declaraciones de la campaña presidencial, cuando prometió no sólo mantener abierta la prisión de Guantánamo, sino aumentar el número de personas detenidas en esas instalaciones militares.
Dicha postura constituye un claro contraste con Obama, quien se planteó como uno de sus propósitos al asumir la Casa Blanca cerrar la prisión de Guantánamo, lo que no ha podido lograr por la oposición del Congreso.
Obama propuso apenas en febrero pasado transferir a las personas aún detenidas en Guantánamo a prisiones federales en territorio de Estados Unidos a fin de que fueran juzgadas en cortes civiles en el país, lo que fue rechazado por un Congreso dominado por republicanos.
El mensaje enviado este martes por Trump fue criticado de manera inmediata por el director del organismo de defensa de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth, quien recordó que la mayor parte de los detenidos en Guantánamo no han sido acusados de manera formal.
“La mayoría de los detenidos de Guantánamo no han sido acusados ni juzgados. La evidencia en su contra (alguna obtenida bajo tortura) no es pública, pero Trump sabe que estas personas son peligrosas”, ironizó Roth.
De acuerdo con abogados de HRW, Guantánamo “ha sido durante años una mancha en la reputación de Estados Unidos y destaca como un símbolo global de la injusticia”.
La detención indefinida de personas sin cargos y sin juicios representa un violación de las prohibiciones del derecho internacional.