Washington, 6 Nov 2018- Estados Unidos inició hoy elecciones intermedias para renovar el Congreso, gubernaturas y legislaturas estatales, en un proceso donde el presidente Donald Trump no aparece en las boletas electorales pero que convirtió en un referendo de su presidencia.
Las elecciones pondrán en juego los 435 escaños de la Cámara de representantes, 35 de los 100 del Senado, 36 gubernaturas, en un ambiente de volatilidad y polarización política marcado por la decisión presidencial de convertir a la caravana de migrantes en el tema central de la campaña.
Encuestas muestran que los demócratas tienen una ventaja relativa para recuperar el control de la Cámara de Representantes, pero existen suficientes carreras competidas para crear un elemento de incertidumbre sobre el desenlace de los comicios.
En el Senado, el proceso de confirmación del magistrado de la Suprema Corte de Justicia, Brett Kavanaugh, fue visto por analistas como un factor que podría permitir a los republicanos retener una mínima mayoría o incluso ampliarla.
Con el mensaje de que las elecciones eran un referendo de su presidencia, Trump jugó un papel protagónico en la recta final de los comicios, con su decisión de hacer sucesivas apariciones públicas, en ocasiones tres en el mismo día, para apoyar a candidatos republicanos en problemas.
El liderazgo republicano pidió a Trump centrar la campaña en la agenda de logros económicos, incluida la histórica reducción del desempleo, pero Trump eligió centrarse en el tema migratorio, a raíz de la caravana de migrantes centroamericanos a Estados Unidos.
Trump denunció a la caravana como una “invasión” a Estados Unidos, decidió el envío de miles de soldados en activo armados a la frontera con México, anunció inminentes cambios a las reglas de asilo y habló de eliminar la ciudadanía estadunidense por nacimiento para indocumentados.
Su mensaje migratorio fue sin embargo visto como un arma de dos filos que podría por un lado atraer a su base conservadora, rural y con baja educación formal, pero podría alejar a los votantes blancos suburbanos, así como a generar un voto de rechazo entre las minorías étnicas.
Trump llega a las elecciones con un nivel de impopularidad de apenas el 39 por ciento de aprobación nacional. Tanto Barak Obama como Bill Clinton tenían mejor popularidad en sus primeras elecciones intermedias, y perdieron 64 y 53 escaños respectivamente.
Las elecciones pondrán en juego además 160 referendos locales sobre impuestos, pensiones, uso medicinal de la mariguana, aborto, derecho al trabajo, identidad de género e incluso un nuevo estadio de futbol en Miami para el astro inglés David Beckham.
Los principales temas que serán decididos:
– Legalización de la marihuana en Michigan, Oklahoma, Dajkota del Norte y Missouri
– Apertura de casinos de juego en Michigan, Oklahoma, North Dakota y Utah
– Aumentos a los salarios mínimos en la capital estadunidense, Arkansas y Missouri
– Financiamiento escolar en Arizona, California, Colorado, Georgia, Maryland, Maryland, New Jersey, New México, Oklahoma y Rhode Island.
– Ley de derechos de las víctimas en Georgia, Kentucky, Nevada, Carolina del Norte, Oklahoma y Dakota del Sur.
– Expansión del seguro de salud en Nebraska, Ohio, Idaho y Utah
– Emisión de bonos para infraestructura en Arizona, California, Colorado, Connecticut, Florida, Maryland y Nuevo México.
Las iniciativas a voto más singulares incluyen un referendo para construir un estadio de futbol del astro inglés en los terrenos de un campo de golf municipal en Miami y exentar de impuestos a los productos higiénicos femeninos en Nevada.
Aunque las elecciones intermedias tienen uno de los más altos niveles de abstencionismo, las cifras del voto temprano sugieren que podrían ser comicios con un nivel de participación sin precedentes, y cercano al nivel de asistencia a las unas de las elecciones presidenciales.
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