Carlos Ramos Padilla
Septiembre, el día 19, ha sido trágico para México. Por una mala, pésima broma, la naturaleza ha generado una cadena de sismos que ha cobrado miles de víctimas y dañado con consideración a nuestra infraestructura desde 1985. Hemos tenido que formalizar y actualizar nuestros protocolos de protección civil y nuestras Fuerzas Armadas y el Centro Nacional de Prevención de Desastres se han especializado aún más en materia de socorro a la sociedad. Esto viene a la memoria porque se está difundiendo el siguiente mensaje en las redes sociales, dicta: » compatriota, esta es la bandera de Korea del Sur, sea cual sea el resultado del partido del sábado, sólo recuerda que los rescatistas de esa nación ayudaron a nuestro país tras el sismo del 2017, asi que si no puedes dejar de ser naco, por lo menos se respetuoso y agradecido con su bandera». Hasta aquí la leyenda. Y se debe como respuesta al ridículo majadero que algunos paisanos exhibieron ante el mundo al quemar banderas alemanas yy simular que fornicaban sobre ésta luego de que la Selección Nacional ganó el encuentro deportivo ante su homólgo europeo. Y no sólo Korea nos tendió la mano en la desgracia por los terremotos, también lo hicieron otras naciones como Israel, España, Francia, Cuba, Chile, Korea, Japón y dentro de está amplio mosaico, destacó también Alemania. Parece que somos un pueblo de corta memoria pero de estúpida pachanga. Perdemos el sentido de solidaridad y olvidamos los enormes momentos de cooperación de estas naciones que vinieron a salvar vidas. Muchos de los aficionados que están en Rusia burlándose de los demás sufrieron también las consecuencias de los sismos, demandaron ayuda y exigieron respuestas al gobierno. Seguro algunos participaron en labores de rescate y ondearon con orgullo nuestra bandera al tiempo de entonar el himno nacional sobre los escombros de casas caídas. Seguro muchos aplaudieron a los rescatistas y a las brigadas que nos trajeron talento y esfuerzo en solidaridad. Entonces, que nos pasa como nación? que ya se nos olvidaron nuestros muertos, ya no nos acordamos de los que sobrevivieron porque una mano alemana los rescato de entre las ruinas?, en verdad en mucho somos una vergüenza por nuestro comportamiento, una conducta que ofende y nos dibuja como ruines y desagradecidos. Tenemos que cambiar, en serio, tenemos que hacerlo!.