Se comenta solo con… Matar al asesino


Carlos Ramos Padilla

No se pudo suspender le ejecución y el mexicano Rubén Cárdenas recibió la inyección letal en Texas. Llegó al Pabellón de la Muerte acusado de torturar, violar y asesinar a su primer hermana de apenas 16 años. Un criminal pues. Y volvió, este evento, a despertar los más radicalizados criterios sobre la aplicación de la pena de muerte.

Los de la firme moral en defensa de la vida, los agraviados por tanta violencia felicitando la eliminación de un personaje nocivo a todas luces. Saltaron las organizaciones en defensa de los derechos humanos, la iglesia y uno que otro legislador pidiendo clemencia. Pero el debate se centra en qué hacer con estos sujetos de altísima peligrosidad que no presentan el menor síntoma ni de arrepentimiento ni de rehabilitación. Que son capaces de todo, con la mas increíble de las sañas, con un salvajismo indescriptible y que ademas gozan de hacer sufrir al prójimo. Viven de la muerte, quieren matar, les llena de adrenalina ejecutar y mutilar.

Ya vimos apenas hace menos de 48 horas una serie de videos de cómo los reos secuestran a un director de penal y a un jefe de custodios, para amenazarlos, hostigarlos y advertirles que los van a matar. Sujetos que tienen un poder que no deben, el de mandar y dominar al interior de los reclusorios, que usan su mala vida para operar desde dentro secuestros, que orden decapitaciones, que se drogan, que intimidan, golpean y matan. Y para ellos, hay quienes piden clemencia cuando estos, los criminales si pudieran asesinarían a la familia del generoso defensor. No hay diferencia entre un terrorista que rocía con químicos y gases a niños que un individuo que lentamente va desollando a su vitima mientras esta se desmaya del dolor. No hay diferencia entre quien coloca una cbomba en el Metro o envia a mensajeros con orejas mutiladas y dedos arrancados a las casas de los afligidos familiares. No hay diferencia entre quien viola a una jovencita al que cuelga de un puente a sus victima. Son chacales, son desechos humanos que ni siquiera saben respetar su nombre. Se conocen como el «tuercas», o el «Z» o el #bofes» pero por una moral poco entendida, por una natural defensa de la culpabilidad estos sujetos reciben defensa , se les otorga protección y se ruega, como gobiernos hasta por su clemencia. pregunto, usted desearia continuar trabajando para con da en una prisión a riesgo de que escapen o desde ahí operen a sus células de matones?. Usted negociaría siquiera con alguno de ellos, como los que vimos en los videos? Usted confiaría después de que mataron a su madre en creer que van a cambiar un puñal por un lápiz para enseñar a niños en escuelas?. y que conste que son preguntas

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