De oficio reportero: El me enseño


Por Raúl Sánchez Carrillo

Apenas la semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue objeto de un  cerco que le impidió llegar a la Séptima Zona Militar en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y que durante dos horas, cerca de 300 maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, lo hicieron pasar de molesto a enojado, luego a indignado y luego a ofendido.

Nunca se imaginó que algo así y  de esa manera. Entre reclamos y gritos de cumplimiento de compromisos del gobierno estatal que no los cumple aun cuando sean ordenados por el Gobierno Federal.

La mañanera fue dada por el secretario de la Defensa Nacional, el general Luis Crescencio Sandoval y por la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, que con gráficos mostraron la magra disminución de algunos  delitos que se cometen a diario en suelo mexicano.

Afuera, rodeada la Suburban de color negro y de alto blindaje y con localización satelital, tenia a AMLO y acompañantes con los vidrios de las portezuelas arriba. Con un magna voz uno de los maestros de la CNTE señalaba que de ahí no se moverían hasta que el presidente de México les diera una mesa de negociación. La respuesta del presidente no se dejó esperar ´´quieren una mesa, con esto, no!!!´´.

Sin embargo, la tensión subía de tono. Nadie afuera de la camioneta, de los de la

llamada Ayudantía hacia nada por abrirle paso a la camioneta presidencial que estaba a menos de 60 metros de cruzar la puerta de la instalación castrense.

Transcurridos 120 minutos y al ver que el presidente no hacía nada ni por hablar con sus secuestradores ni de dar instrucciones de moverse, los maestros abrieron el frente humano y avanzó el breve convoy. Es decir solo dos camionetas. La negra y atrás, una blanca de la Ayudantía presidencial.

Ya en las instalaciones de la mañanera desde Tuxtla Gutiérrez, López Obrador saludo a sus colaboradores. Se le preguntó si opinaría de los sucedido. La respuesta fue determinante. ´´ No hay declaraciones, hoy estoy en huelga´´ y caminando entró a las oficinas del mando militar. Las cosas le dieron la vuelta a todo el país.

Mientras, un líder social de Tijuana, declaró al conocer el bloqueo al presidente.

´´El me enseñó a bloquear. Me pagaba 500 pesos porque fuera a bloquear en el Paseo de la Reforma, cuando él bloqueó desde el Zócalo hasta la Fuente de Petróleos, por 148 días ´´, dijo.

Pero la estancia de AMLO en Chiapas no solo tuvo ese secuestro, tuvo otro de sólo 15 minutos, también de la CNTE.  Que esta engallada.

El presidente no tardó en hacer una frase alusiva a lo de Chiapas. Ni Frena, ni la CNTE, detienen al presidente.

Ya quedó lo aquí narrado, como lo primero de lo que quizá haya más. En medio de Prohibido, prohibir. A menos de que se haga válido que el presidente tiene prioridad de tránsito. De ser así, quien sabe lo que viene.

sanchezcarrillo.tv

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