Por Raúl Sánchez Carrillo
Los discursos homofóbicos, los que siembran odio y dividen a los humanos, sea por inmigración o por descalificaciones que señalan a algunos como enemigos, como diferentes siendo de la misma comunidad, siempre dan por resultado matanzas.
Ya sea desde lo alto de un hotel en las Vegas, o lo sucedido en El Paso, Texas o en Dayton , Ohio, o en Chicago son páginas sangrientas que demuestran como en el sentimiento de odio y de división, aparecen desquiciados que sin mas, toman una o varias armas para ´’exterminar´´ a quienes odian y cree, que matando a diestra y siniestra ,resuelven lo que los han hecho creer.
Para cualquier gobernante es mas fácil, condenar y presentar condolencias por las muertes en Wallmart, de Plaza Cielo Vista de El Paso Texas donde murieron 20 inocentes, entre ellos seis mexicanos, quedando 26 heridos, o los 9 muertos mas de Dayton, Ohio, que asumir su responsabilidad al pronunciar discursos de odio, de descalificación, de sobajamiento y desprecio por otros seres humanos.
Lo mismo es en Chicago donde dos eventos de balazos se sumaron a la jornada de la sin razón. De la barbarie. Del registro interminable de sucesos violentos.
De nada sirven las condolencias y las banderas a media asta. Nada regresa la vida a las victimas o la salud los heridos.
Las condenas se reproducen desde los gobiernos de los estados norteamericanos, escenarios de las masacres, el presidente Trump con inusitada hipocresía, ´´lamenta los sucesos y envía condolencias´´, el presidente del lado mexicano, Andrés Manuel López Obrador expresa condolencias y condena los hechos.
Ahí tienen ambos mandatarios proclives a los discursos de odio, los resultados de sus expresiones. En parte de la frontera de México, con Estados Unidos, en plenos muros de columnas de acero, se han colocado subibajas donde los niños se suben para ver, acero mediante a sus congéneres del lado americano. Están pintados de rosa. Y siempre hay niños o adultos en ese subir y bajar.
Al responsable del primer suceso en El Paso, lo tienen identificado. Es un joven de 21 años de edad. Que manejó 9 horas desde su casa de Allen en Texas hasta la ciudad fronteriza con Chihuahua, para entrar un Wallmart y apretar el gatillo de sus armas hasta acabarse los cargadores, que fueron reabastecidos por lo menos un vez.
En Ohio, se repitió la acción con menos muertos, pero esto no quiere decir que ha terminado la pesadilla que puede aparecer en cualquier otro estado de la Bandera de las Estrellas. Dos balaceras mas en Chicago, quedan registradas.
En México, aun no sucede, pero siendo el país receptor de miles de inmigrantes de Centroamérica, de África, de Haití y de otras latitudes, el hartazgo y el odio, es algo que germina a cada día que pasa de ciudades invadidas por quienes creyeron que México era un corredor hacia los Estados Unidos y con invitaciones a que vinieran que incluso aquí tendrían trabajo, atención médica y otras ventajas.
Nadie en lo individual puede hablar por la población y menos someterla a que sean invadidas sus colonias, sus municipios, su intimidad. Ejemplos, Tijuana, Mexicali, Ensenada, Rosarito, Ciudad Juárez, Saltillo, y muchas ciudades mas.
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