EUA llega a negociar el TLCAN de buena fe ante presión de sector privado


Washington, 13 Nov 2017.- La administración del presidente Donald Trump llega a la quinta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), bajo creciente presión de la mayor parte del sector privado de Estados Unidos para evitar poner en peligro el acuerdo.

La nueva ronda, a celebrarse del 17 al 21 de noviembre en la ciudad de México, tendrá lugar luego que los 11 países restantes de la TPP decidieron seguir adelante con el proyecto, aunque rebautizado como el Acuerdo Integral y Progresivo de la Alianza Transpacífica (CPTPP).

“Los negociadores (del TLCAN) deberían de enfocarse en llegar a un arreglo provisional donde exista el terreno común y dejar el trabajo de rescatar el acuerdo al Congreso de Estados Unidos”, sostuvo Laura Dawson, directora del Instituto sobre Canadá del Centro Woodrow Wilson de Washington.

Washinton presentó durante la cuarta ronda lo que el presidente de la Cámara de Comercio (USCC), Thomas Donohue, llamó las “píldoras venenosas” de la terminación automática del acuerdo, la eliminación del mecanismo de solución de disputas y la regla de contenido automotriz del 50 por ciento para Estados Unidos.

“Los miembros del Congreso, inclinados hacia el comercio, han hecho notar que las píldoras venenosas afectarán igualmente la producción de Estados Unidos y la confianza de los inversionistas, y provocarán represalias de Canadá y México”, sostuvo Dawson.

La USCC encabeza de hecho las acciones de cabildeo, especialmente ante la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos, para sensibilizar a los funcionarios y legisladores sobre el impacto potencial de las amenazas del presidente Trump para iniciar el proceso de salida del acuerdo.

Sólo el mes pasado más de 300 cámaras de comercio estatales y locales le urgieron este día al presidente Donald Trump a proteger, preservar y modernizar el TLCAN sin causar perjuicio a los beneficios existentes para Estados Unidos, México y Canadá.

“Le instamos a apoyar a los trabajadores, rancheros, granjeros y negocios de todos los tamaños protegiendo y preservando los profundos lazos económicos y los beneficios que Estados Unidos continúa gozando bajo el TLC”, escribieron los líderes de 314 cámaras empresariales.

Poco después, los dirigentes de las mayores agrupaciones agropecuarias de Estados Unidos, enviaron una carta al secretario de Comercio, Wilbur Ross, que le advirtieron que una notificación de salida del TLCAN perjudicaría significativamente al agro estadunidense.

Después del inicio de la modernización del TLCAN en agosto pasado, Trump abrió nuevamente la posibilidad de salir del acuerdo. El canciller mexicano Luis Videgaray respondió que México no continuará en la mesa de negociaciones si Trump inicia el proceso de la terminación del acuerdo.

En la carta, los granjeros y rancheros enumeraron para Ross todos los sectores que serían afectados, especialmente el maíz, la carne de puerco, las frutas y vegetales frescos, el arroz, la soya, la carne de res, la carne de pollo y la fructuosa, entre otras exportaciones.

Con la preocupación de que México empiece a comprar maíz a Argentina o Brasil, los granjeros le recordaron a Ross que Estados Unidos exportó 3.2 mil millones de dólares del grano a Canadá y México el año pasado.

En fora paralela, un haz de las mayores coaliciones empresariales de Estados Unidos, incluida la Mesa Redonda Empresarial, que aglutina a empresas como Apple, ATT, Bank of America, Verizon, Exxon, JP. Morgan, etc, han cabildeado ante el Congreso en defensa del TLCAN y en contra de las píldoras venenosas.

Los partidarios del TLCAN han puesto de hecho en marcha un debate sobre el papel que podría jugar el Congreso de Estados Unidos para detener o frenar una eventual decisión del presidente Trump de iniciar el proceso de salida del acuerdo en medio de las negociaciones.

En este marco, durante una reunión Trump reveló en privado a senadores republicanos que su amenaza de retiro del TLCAN era una “táctica de negociación”, según dijeron legisladores participantes a la publicación especializada Inside US Trade.

“El presidente dijo que no había manera de conseguir los cambios que necesitábamos a menos que saliéramos y después tuviéramos seis meses para negociar”, dijo un senador republicano que es un fuerte partidario del TLCAN.

Algunos empresarios estadunidenses se han mostrado sorprendidos de que los legisladores republicanos, tanto del Senado como de la Cámara de Representantes, no hayan hecho hasta ahora una defensa pública más vigorosa del TLCAN, a pesar de que históricamente son los campeones del libre comercio.

Apenas la semana pasada Trump sugirió que su plan de reforma fiscal será la punta de lanza para el regreso de las empresas estadunidenses al país y durante su viaje a Asia evitó culpar a China por el desbalance en la relación comercial con su país.

En Beijing, Trump acusó a los gobiernos previos de Estados Unidos por permitir el crecimiento del déficit estadunidense frente a China, estimado en más de 350 mil millones de dólares.

“No culpo a China… Después de todo ¿quién puede culpar a un país que es capaz de aprovecharse de otro país por el beneficio de sus ciudadanos?, se preguntó Trump.

Su comentario contrastó con la posición que ha adoptado sobre el déficit de Estados Unidos con Canadá y México, de 12 mil millones y 64 mil millones de dólares respectivamente.

El líder de los demócratas en el Senado, Charles Schumer sostuvo que Trump se comportó como un león ante China durante la campaña presidencial, pero durante su viaje a Asia se ha comportado como un “cordero”.

NTX/I/JLZ/BGG/TLCAN17

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