Crisis catalana incendia política belga y relaciones con España


Bruselas, 6 Nov 2017.– La tensión aumenta cada día entre Bélgica y España por la presencia del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puidgemont, en Bruselas, pese al esfuerzo del primer ministro belga, el liberal Charles Michel, de controlar la situación.

El conflicto fue atizado por declaraciones de ministros de Michel, miembros del partido nacionalista flamenco N-VA, pilar de la actual coalición que gobierna Bélgica y natural aliado de los independentistas catalanes.

Este lunes, el canciller belga, Didier Reynders, urgió a sus colegas a que “dejen la justicia belga y la española hacer su trabajo” y opinó que la “animación” acerca del problema “sobrepasa un poco los límites de la razón” en su país.

“Se trata de un caso que interesa antes de todo a España”, dijo, al señalar que lo más importante para el gobierno belga es “mantener el diálogo con España, ya que nuestro interlocutor es el gobierno español”.

El conflicto de declaraciones subió de tono el domingo, cuando el viceprimer ministro de Bélgica y encargado de la cartera de Interior, Jan Jambon, miembro de la N-VA, afirmó que Madrid “ha ido demasiado lejos” con la prisión preventiva de exmiembros del gobierno catalán.

“Existe la ley española, pero también el Derecho Internacional, la Convención Europea de Derechos Humanos y otras cosas. Y todo esto está por encima de la ley de un Estado miembro”, sostuvo en entrevista a la televisión local.

“¿Que han hecho mal (los detenidos)? Sólo ejecutaron el mandato que recibieron de los electores”, añadió, pidiendo que la comunidad internacional se asegure de que Puigdemont recibe un trato legal justo.

El vicepresidente del Partido Popular Europeo y líder del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, reaccionó a esas declaraciones recordando que proceden del miembro de un partido, la N-VA, con “antecedentes xenófobos, contra la igualdad entre las personas, y el rechazo a los extranjeros”.

“Si el ministro Jambon duda de la imparcialidad y el respeto por la legalidad de la justicia española, sin duda el ministro tiene un problema de percepción de las democracias en Europa”, lanzó.

El líder de la N-VA y alcalde de Amberes, Bart De Wever, contraatacó este lunes haciendo alusión al pasado del PP, acusado de colaborar con la dictadura en el período franquista.

“Sobre la pre-historia de un partido, el PP debería callarse. No parece haber retenido muchas lecciones del pasado”, dijo.

De Wever también no perdió la ocasión de echar más leña al fuego, diciendo que “si no callamos cuando políticos son enviados a la prisión simplemente porque tienen una opinión, tenemos culpa del fracaso”.

Las críticas al gobierno de Mariano Rajoy también empezaron a surgir desde el campo de los socialistas belgas, con el ex primer ministro Elio Di Rupo calificando al jefe del gobierno español de “franquista autoritario”.

En medio del intercambio de acusaciones, un grupo de 200 alcaldes catalanes tiene previsto presentarse este martes en Bruselas en una misión para “explicar la situación” que vive la Comunidad Autonómica española, puesta bajo tutela de Madrid desde la declaración ilegal de independencia.

El mismo día, una otra misión, formada por empresario catalanes contrarios a la independencia, expondrá su punto de vista en el Parlamento Europeo (PE).

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