TEMAS CENTRALES: Estas ruinas que ves


La pugna por la coordinación de la fracción parlamentaria del PRD en el senado de la República, es una evidencia de que los peores enemigos de este partido son, precisamente, los propios perredistas que parecen estar empeñados en sepultar a su instituto político.

Sin ningún sentido de lealtad por el partido que los postuló, les facilitó posiciones y les permitió el disfrute de prestaciones a las que tendrían derecho, precisamente, por pertenecer a su bancada, varios senadores decidieron excluirse del Sol Azteca, sin dejar de pertenecer a ese grupo parlamentario.

Los legisladores disidentes, asumieron una muy cómoda y conveniente posición. Al ser independientes, sin renunciar a su partido, no tienen que seguir los lineamientos que dicte la dirigencia perredista, ni someterse a su regulación estatutaria, aunque si exijan conservar los privilegios a que tiene derecho la fracción de ese partido, en una congruencia difícil de entender.

La desbandada de senadores del Sol Azteca ha sido progresiva. En una primera etapa, fueron tres legisladores (Sofío Ramírez al PRI, Carlo Merino al PT y Martha Tagle, independiente) de los 22 que originalmente conformaban la bancada. Estos sí, renunciaron públicamente al partido para incorporarse a las filas de otros institutos políticos, por lo que oficialmente el grupo quedó integrado por 19 senadores. Posteriormente, seis más (Alejandro Encinas, Armando Ríos Píter, Mario Delgado, Zoe Robledo, Rabridanath Salazar y Benjamín Robles) rompieron ligas con la dirigencia de su partido, pero sin renunciar al mismo.

A últimas fechas, otros cuatro senadores (Luz María Beristaín, Lorena Cuéllar, Iris Vianey Mendoza y Fidel Demédicis) han hecho pública su simpatía por la candidatura presidencial del líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, sin ocultar su intención de pasar a formar parte de las filas de ese partido. De ser este el caso, y tras la reciente resolución del Comité Ejecutivo Nacional de retirar de la bancada a los seis senadores que están pero no son ya perredistas, ese grupo parlamentario quedaría reducido a ocho integrantes, si consideramos que el coordinador, Miguel Barbosa, pudiera también salirse del PRD.

La dirigencia perredista no quiso enfrentar su realidad y permitió que varios de sus senadores se fueran alejando del partido sin mayores consecuencias. Manejar una bancada de 19 senadores convenía a su imagen, por peso político, posiciones y prestaciones, aunque realmente no tuviera el control sobre todos ellos. Esa tolerancia, sumada a las pugnas internas y a la falta de acuerdos entre las diferentes corrientes, no contribuyó a la formación de un bloque y, a la larga, algunos de estos legisladores resultaron ser verdaderos caballos de Troya.

La desbandada habría de ocurrir tarde o temprano, sólo faltaba el detonador que resultó ser, nada menos, que el coordinador de la bancada con su declaración de apoyo a la candidatura presidencial de López Obrador, brincándose las trancas, sin guardar formas ni respetar tiempos.

Dado su carácter de pastor de los senadores del PRD, el destape del líder de otro partido y su decisión de promover su candidatura presidencial al interior del PRD, supone, más que una mera opinión política, como Barbosa la calificó, un muy bien calculado madruguete, con todo y sus consecuencias, que están a la vista.

No se ve cómo pueda el Sol Azteca evitar la desbandada que amenaza a su grupo parlamentario en el senado, y tampoco cómo pueda contener una más grave que será la de sus bases militantes, ante la invitación que el decano de los candidatos presidenciales formula, un día sí y otro también, a lo largo y ancho del país en su permanente campaña promocional. Y es que, desde que el tabasqueño fundó Morena, la intención fue enriquecer sus filas con cuadros del PRD y en esa ruta va.

Ciertamente un siniestro panorama para este partido que merecería mejor suerte, en el peor momento político.

Previous Estados del centro y sur del país presentarán lluvias este lunes
Next México y EUA viven “momento de definición” de relaciones: Videgaray