TEMAS CENTRALES: Democracia dirigida


Miguel Tirado Rasso

mitirasso@yahoo.com.mx

La definición de los candidatos para la gubernatura de Puebla, se enredó en las alturas de las dirigencias de los principales partidos que participarán en la elección extraordinaria, el próximo 2 de junio. Morena, PAN y PRI, cada uno en su circunstancia, no la tuvieron fácil a la hora de postular a su abanderado para estos comicios convocados tras el trágico deceso de la gobernadora Martha Érika Alonso. El primero, por diferencias entre pesos pesados sobre sus preferidos, en una competencia electoral con final feliz, casi seguro, para su partido. Los otros dos, por la dificultad de encontrar un candidato competitivo, ante un panorama desalentador para sus colores, según las encuestas publicadas.

El PAN no logró consensos para quienes, dentro de sus filas, habían levantado la mano para participar en la contienda y, finalmente, convino con Movimiento Ciudadano y el PRD en apoyar una candidatura común llevando como abanderado a un aspirante externo, sin militancia partidista, el ex rector de la Universidad de las Américas Puebla, Enrique Cárdenas Sánchez.

A diferencia de la elección de 2018, en la que estos tres partidos participaron como coalición Por Puebla al Frente, ahora, con una candidatura común, cada uno tendrá su propia propaganda y sus tiempos oficiales en radio y televisión. Algo así como juntos pero no revueltos. Por cierto, su candidato, en el proceso electoral pasado, habría sido mencionado, por ya sabes quién, como posible abanderado de Morena, antes de que se definiera por Miguel Barbosa.

El PRI, por su parte, participará sin aliados en esta elección, tal como lo hiciera en la anterior. En 2018, su candidato se fue hasta un lejano tercer lugar. Como pintan las cosas, no parece que vaya a haber gran diferencia con el resultado obtenido el año pasado, así que su participación en estos comicios será más bien testimonial. Su candidato, Alberto Jiménez Merino, ha sido diputado local y federal y funcionario en el gabinete de los ex gobernadores priistas, Mario Marín y Melquiades Morales, lo que no le aporta mayores puntos.

En donde las cosas se complicaron más, fue en el caso del candidato de Morena. De los siete aspirantes que acudieron a registrarse, en un principio, de acuerdo a la Comisión de Elecciones de Morena sólo tres procedieron: Miguel Barbosa y los senadores Nancy de la Sierra y Alejandro Armenta. Algo que quizás no dejó muy contenta a la dirigente de este partido, Yeidckol Polevnsky, quien hubiera preferido un proceso interno de candidato único en favor del candidato sobre el que nunca ocultó sus preferencias, Miguel Barbosa.

Cuando le llegaron a preguntar a la dirigente si este personaje participaría en la elección extraordinaria, pocos días después del helicopterazo que le costara la vida a la gobernadora Martha Erika Alonso, habría confirmado que volvería a competir,“(Barbosa) fue nuestro candidato a gobernador, él ganó, a él le robaron la elección…”Ignorando los fallos emitidos por las autoridades electorales, en diferentes instancias, todos reconociendo el triunfo de la candidata del PAN.

Por eso, cuando un grupo de senadores de Morena manifestó su apoyo por la candidatura de Alejandro Armenta, la dirigente explotó calificando de “necedad” este respaldo. “Cuando vienen los procesos electorales…todo mundo quiere meter mano; no son miembros del CEN, no les toca, pero se meten y dan lata.” Y, posteriormente, aprovecharía el tema para golpear a sus enemigos políticos internos, calificándolos desabandijas y chapulines infiltrados en Morena, algunos dedicados a vender candidaturas, señalaría. Y, a manera de queja, afirmaría que la pugna por el control del partido se da en el contexto de las elecciones locales. Y sí a de ser, porque toda esta verborrea se generó con motivo de la designación del candidato para la gubernatura sustituta en Puebla.

Finalmente, el candidato “oficial,” Miguel Barbosa, ganó la encuesta preparada, operada, revisada y calificada por la dirigencia morenista, en lo oscurito, por lo que será el postulado para competir en el proceso electoral poblano. Una misteriosa encuesta, al estilo de Morena, de la que no se dan mayores detalles y únicamente se informa el resultado, qué más vale creerlo que averiguarlo. Y es que, para la dirigente Yeidckol Polevnsky, su especialidad parece ser la democracia dirigida.

 

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