Carlos Ramos Padilla
Lo que sigue generando el gobierno por entrar en diciembre son altas, diría altísimas expectativas. Para muchos, la mayoría, los pasos han sido en estas semanas muy acelerados, Para otros, la administración de Peña Nieto, que por cierto está de vacaciones hasta el próximo lunes, ha dejado intencionalmente el campo abierto para las actividades, iniciativas y cambios que propone López Obrador. Mucho se espera de las transformaciones que en campaña y después de las elecciones ha generado MORENA. Algunos nombramientos han causado polémica como el de Marcelo Ebrard, el de Manuel Barttlet o el de Juan Ramón de la Fuente, pero son ajustes naturales de una administración que inicia y propone equipos diferentes que sean capaces, hoy en dia de afrontar temas como el Tratado de Libre Comercio, las Reformas Estructurales, el nuevo Aeropuerto capitalino e incluso los enfrentamientos de carácter internacional con el señor trump. Pero aquí muchos, pero muchos pobres creen que ya van a tener recursos adicionales, muchos pero muchos jóvenes ceen que van a gozar de estudios superiores sin siquiera tener los méritos o el talento, , grupos de vulnerables consideran que ha llegado su tuiempo y grandes proporciones de comunidades confian en que la violencia habrá de disminuir drásticamente. Y estos compromisos son verdaderamente delicados, serios y de respuesta inmediata si es que el nuevo gobierno no desea perder la confianza, vamos lo que algunos llaman la «luna de miel». Muchos de los personajes propuestos ya han estado en el gobierno y han vivido del poder y aún así sus resultados han sido flacos, escasos, hoy deben demostrar que las condiciones han cambiado y que la plataforma la tienen para dar resultados tangibles. Diciembre, sin duda, será un mes interesante, de retos y de muchas preguntas que habrán de tener respuestas, porque así lo espera el electorado.