Carlos Ramos Padilla
Quienes han pronosticado un cierre apretado el primero de julio puede sean los más acertados por el momento. El extraño juego de las encuestadoras continúan manejando cifras inciertas que confunden pero también, ojo enfrentan. De hecho y a conveniencia uno de los contendientes no sólo se da por triunfador sino ya actúa y decide como si fuese el Ejecutivo Federal. Sin embargo las cifras reales indica que los porcentajes se van acercando entre los tres punteros y que el nivel de indecisos, que andará por un 21%, un grupo de ciudadanos que no saben aún por quién definirse pero que si están valorando las enormes diferencias entre quien presenta sólo ocurrencias y contradicciones y aquellos que tienen proyectos y lineas de gobierno. El cierre, repito, podría ser de conteo por solo unos cientos y esto, ya sabemos la historia, provocará declaraciones