Carlos Ramos Padilla
En los ya constantes dimes y diretes, unos tras de otros, por muchos temas, se pierde el seguimiento y por consiguiente las respuestas o l a verdad no llega. Parece que no se le dió la importancia que merece el desmentido del gobierno de Francia a una falsa aseveración del Presidente electo. Pareciera que la palabra de amlo es asunto de una molestia momentánea sin consecuencias. Ni dos días pasaron cuando el tabasqueño salió con otra novedad, de construirse el aeropuerto en Texcoco la idea era desarrollar un proyecto similar al de Santa Fé en las terminales actuales.Todo indica que nadie lo sabía únicamente el electo y aún con esa franca sentencia no se proporcionó datos, fuente de información, detalles de las obras inmobiliarias, ni responsables de esta iniciativa. Vino otro desmentido, y nos guste o no que lo expresara Rosario Robles Berlanga es cierto lo que anunció, la propuesta era emplear eses terrenos, los del actual aeropuerto, para consolidar una “Ciudad Universitaria” con el apoyo director de la UNAM y del IPN. Incluso se pensó en una institución propia para el auxilio a mujeres vulnerables. Incluso tuvo la oportunidad, breve por cierto, de comentarlo con el doctor Graue, eso la posibilidad de ampliar la zona educativa de la Máxima Casa de Estudios. Dista mucho pues, una noticia ya conocida y en progreso que una versión sin consistencia y que al parecer quedará como otros discursos en el olvido o en un anecdotario simplista. López Obrador ya no es candidato, no es opositor y no está en campaña. Debe hablar, pensar y resolver por el país. Está obligado, en los dos casos que mencionó a mostrar los documentos y dar nombres, en uno, el estudio, costos y conclusiones de lo que aseguró le entregó el gobierno de Francia; en el otro, los nombres de los involucrados, el lider del proyecto, las firmas inmobiliarias y, en los dos asuntos las denuncias correspondientes de encontrarse casos de corrupción, como la también aparente, porque no hay pruebas, de la compra de terrenos cercanos a Texcoco. Un Presidente no puede dejarse llevar por ocurrencias, por rumores o chismes, menos por supuestos. Por cierto, hasta el momento no se ha presentado el Plan Maestro para Santa Lucía.