Se comenta solo con…No que no



Carlos Ramos Padilla

A todos aquellos que han intentado destruir a la UNAM les está saliendo el tiro por la culata. El movimiento está unificando a los verdaderos estudiantes. Están en etapa de reestructurar sus normas, sus planes de estudio, sus mecanismos de protección y seguridad. Se ha intensificado el diálogo con las autoridades y el Rector Graue. Se pide desenmascarar a los grupos de choque, a los porros y rescatar sus inmuebles secuestrados. Ellos, los jóvenes quieren formarse con decoro, con respeto. Saben que han sido aceptados en una de las Casas de Estudios más importantes del mundo y pretenden aprovechar todas las oportunidades. Invitaron al Rector Graue a conversar, no confrontar, menos debatir, al interior del CCH Azcapotzalco. Y llegó y lo recibieron con goyas. Luego, agazapados, encapuchados, cobardes, quisieron provocar, incluso lanzando piedras…fracasaron. Hoy se reclama sean identificados ante las autoridades y la opinión pública. En los pasillos de la academia no caben los que ocultan el rostro solo para lastimar. Este jueves y viernes serán determinantes. Los jóvenes recorrerán avenidas del Centro Histórico recordando los acontecimientos de 1968, la conocida “marcha del silencio”. Como siempre, grupos ajenos se quieren colgar de este ejercicio libre y democrático de los estudiantes. Y se apuntaron los de Atenco y piden participar los de la Coordinadora de Maestros, si ese par de grupos que han sobrevivido por años por dinamitar a las instituciones y echar abajo proyectos de inversión y reformas en beneficio de la educación nacional. Que los chavos, los que buscan un futuro con grado académico se cuiden de caer en trampas y provocaciones. Las calles de la ciudad no son estrictamente sus territorios, si el campus de su Alma Mater y ya vemos cómo se filtran los anarquistas y narcomenudistas. Ellos mismos, los muchachos en cartelones piden no revivir el 68, desean ver para adelante pero enfrente tienen a grupos de políticos y porros que proyectan los contrario. He dicho que lo peor es que mantengan sus escuelas y facultades cerradas pero hay algo de mayor riesgo, que algunos en su marcha les arrojen una piedra, un petardo o una bomba incendiaria. Sabemos que se saborean buscando una víctima, les sería muy útil para hablar de represión, ya los conocemos.

 

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