Carlos Ramos Padilla
López Obrador sostuvo ayer una reunión interesante e importante con la cúpula empresarial. Se tendieron la mano, vamos. Los hombres de negocios van a hacer eso, negocia y hoy tratan de entender sólo cuáles serán los caminos a recorrer. La confianza continua en los recursos del país y las apuestas estaban en apoyar a las Reformas Estructurales. Es el momento, pues, de conocer por donde van los proyectos. Jiménez Spríu, del equipo de transición y futuro secretario de comunicaciones ya adelantó que en agosto se dará a conocer qué pasará con el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y Alfonso Durazo señala que se refundará a la Secretaria de Seguridad Pública Federal. y ante esto, los hombres del dinero fueron cautos, cuidadosos y aún lejanos pero atentos. LLamó la atención la intención de que el todavía virtual Presidente acelerara sus proyectos para apoyar a los jóvenes emprendedores. Ya señaló que habrá becas a todos en el nivel preparatoria y ahora firma que cumplirá y se quedará sin camisa al dar la cara por los muchachos. Anticipa que por ahorros y austeridad brindará la friolera de 150 mil millones de pesos en su atención. Algunos levantaron la ceja ante estas proyecciones pero irán conociendo las bondades de la iniciativa. El asunto central es que los acercamientos que ya tiene López Obrador en el área doméstica como en el merco internacional han sido muy rápidos incluso la última promoción de Angela Merkel, la alemana, sí la canciller, que pretende reunirse con el tabasqueño. Los empresarios por lo pronto brindaron un voto de confianza y concordia. Ese es el signo de la nueva relación y tiempo al tiempo para que esto funcione.