SE COMENTA SOLO CON: TED Y MARCO


CARLOS RAMOS PADILLA

Hay una razón para que Fernández Noroña no dejara a Alejandro Moreno llegar a tribuna y no expresar su posicionamiento. Las palabras fuertes, duras, fundamentadas en la exposición del priista serían, sin duda alguna, una serie de argumentaciones probatorias de la complicidad de Morena con el crimen organizado, de la corrupción amplía y cínica y abierta en las altas esferas del gobierno y daría con puntería una exhibida a Andy. Fernández Noroña no dejaría libre expresión a Alito a unas horas de la visita del senador Ted Cruz y de Marco Rubio a nuestro país. Tratar temas de la inseguridad pública y abuso de recursos de la nación en el Senado Mexicano a la vista de los más cercanos al presidente Trump sería permitir que la oposición detonara cartuchos de explosivos en la cimentación de Palacio Nacional. Ted Cruz no camino por andamiajes, fue claro y le marcó línea de Juan Ramón de la Fuente.

El osenador republicano por Texas envió un mensaje a la presidenta Claudia Sheinbaum para aceptar la ayuda de Estados Unidos en el combate a los cárteles del narcotráfico. Afirmó que los cárteles tienen más drones que agencias de Estados Unidos y los usan para tráfico de fentanilo y ataques en la frontera con México. Cruz no vino a informar, llegó a alertar y abrir el camino para la entrevista de Rubio con Sheinbaum. Estos que para el gobierno mexicano son triunfos y éxito de una relación bilateral representan en realidad un debate en una de las etapas más híspidas en la relación bilateral y hay elementos: la operación electoral de amlo y Ebrard para evitar que llegara Trump a la presidencia, la debilidad y equívocos de un funcionario como De La Fuente, el crecimiento de la violencia en México, la crisis migratoria y de fentanilo, las investigaciones a los hijos de amlo, empresarios, militares y políticos, la aplicación de aranceles, las apelaciones de los capos detenidos en Estados Unidos y la relación terca del Gobierno Mexicano con tiranos en Irán, Venezuela y Cuba. Ted Cruz fue específico: “En nuestra frontera sur, los cárteles ahora operan flotas de drones, contrabandeando fentanilo, coordinando cruces ilegales y bloqueando la vigilancia estadounidense. Han formado unidades especializadas de drones. Han arrojado bombas. Han desplegado bloqueadores de señales”. He sostenido que Trump ni es timorato ni ha desatendido la advertencia de intervención en México. Está midiendo terrenos, armando estrategias, protegiéndose con sus leyes y congresistas pero lo más importante, obteniendo información y vaya que ha encontrado muchos caminos para ello incluyendo las declaraciones de los capos que Sheinbaum les ha regalado si siquiera mediar un proceso de extradición. Se calcula que diariamente mover un solo portaviones cuesta entre 8 y 10 millones de dólares, entre desplazamiento, combustible, alimento para la tripulación, seguridad y operación. Flotillas de más de 60 aeronaves de combate son contar misiles. Y en una, repito, sola embarcación. Multipliquemos eso por todos los movimientos registrados incluyendo drones y personal de la DEA y FBI en nuestro país. El presidente Trump. No va a blofear ante su nacional y Congreso instando de ir que todos esos costos son meramente para impresionar mediáticamente a Sheinbaum. Rubio viene no a establecer acuerdos sino a pactar, a negociar, a determinar los actos que beneficien a su país y tratar de deshacerse de todo lo que les estorba nocivamente desde México. Una arenga de esa magnitud con datos, cifras, nombres, procedimientos u complicidades de Alejandra Moreno en tribuna seis demoledor y más tendiendo enfrente al propio Fernández Noroña, Adán Augusto Lopez y Andrea Chaves y teniente como aliados en información a Federico Doring y a Lilly Téllez. Alejandro Moreno era poseedor de la más dura información en contra del peor y más ridículo presidente del Senado en la historia, un sujeto despreciable y despreciado hasta por muchos de sus correligionarios. Bravucón que terminó cobardemente escapando frente a los suyos después de en llegar durante toda la sesión una seria de insultos y amenazas a sus contrapartes. Corrió argumentando su astucia para no responder a agresiones que el mismo motivo. Señaló que Alito nada tenía que hacer en tribuna pero permitió que un sujeto como Emiliano González si lo hiciera. Se sintió de la tercera edad para defenderse pero olvidó que el atacó a Porfirio Muñoz Ledo sin miramiento alguno. No hace falta recordar la biografía de Fernández Noroña pero sí se explica como de manera gandalla evitaba las expresiones de Alejandro Moreno. Fernández Noroña actuó solo o sumiso respondió a órdenes de Palacio de aplicar la censura para no quedar más con los visitantes extranjeros, por cierto, en el mes de la patria. 

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