CARLOS RAMOS PADILLA
No necesita quien lo empuje, solo se arroja al vacío. Ya van dos ocasiones en las que abiertamente queda en ridículo: “no me digan Andy” y “luego de extenuantes jornadas de trabajo”. Bien dicen que los payasos de maquillan solos. Los engaños ya son forma de vida de los López. Se pasan mintiendo. Las narrativas huecas son su modelo a seguir. Uno escapando de una casa gris cuando fue descubierto, el otro viajando a Japón con descarado lujo e interpretando paranoicamente que hubo espías enviados por “mis adversarios e los hipócritas conservadores”. Se atreve a desafiar al gremio de comunicadores y escribe “No me extraña la agresividad del hampa del periodismo que es equivalente a la perversidad de la mafia del poder económico y político al que desde hace décadas hemos venido enfrentando”. Vuelve a ser la calca de su padre en la utilización de recursos poéticos como “la mafia en el poder” obligando a recordarle que ellos, los López llevan seis años ejerciendo el poder y dominando justo a sus “adversarios”. Desde Estados Unidos le mandaron un recado to al gobierno exhibiendo a la mafia cómplice de los narcotraficantes que lavaron dinero sucio en sus casas financieras. Seguro de sus torpezas insiste “Mis adversarios y los hipócritas conservadores que solo suelen ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, mandaron a sus espías a fotografiarme y acosarme para así emprender una campaña de linchamiento político impregnada de odio, clasismo y calumnias, tales como que viajé en un avión privado o del ejército y que me hospedé en un hotel de 50 mil pesos por noche, cuando como he dicho viajé en aerolíneas comerciales y pagué 7,500 pesos diarios en un hotel, incluido el desayuno”. Pues las imágenes captadas dicen otra cosa incluyendo sus compras en tiendas de lujo. Sin contar el
vuelo a Seattle, de ese punto a Tokio el costo es de 23 mil pesos viaje sencillo. “No somos iguales, nosotros no somos corruptos” lo asegura cuando se están acumulando argumentos y pruebas de la enorme corrupción y liga con el crimen organizado desde las más altas esferas del gobierno. Nunca antes los expedientes en el extranjero han sido tan generosos en información que desmienten a “Andy” como en esta ocasión. Este (el de amlo),como lo anticipé, es y será el peor sexenio en la administración de los recursos públicos, el más corrupto en la historia y con la familia presidencial más perseguida. Y lo que es una joya es la victimización con que cierra su documento “Siempre valdrá la pena, y no es en vano, pagar una cuota de humillación cuando se lucha por una causa justa y en contra de los opresores del pueblo”. Zas! Digno de un pronunciamiento chavista, “causa justa”…”opresores del pueblo”…ideas justas que empotradas en El Capital de Marx nos muestran lo anacrónico de estas. Ese pueblo al que se refiere ha contado por miles los muertos por la violencia, las adicciones o el desbasto de los medicamentos cuando su padre alardeaba que en México no existían los narcolaboratorios, que nos diéramos abrazos durante la pandemia y que el sector salir era
mejor que en Dinamarca. Eso,
todo eso, es mentir y podemos irnos a los números oficiales y de instituciones extranjeras. Andy está siendo protagonista de la fractura y conflictos internos en Morena. Mese la cuna a las órdenes de su padre y goza de la aún protección del gobierno actual en tanto no estallen los escándalos de muchos, hoy viajeros “con sus propios recursos”. Es como creer que por 17 años vives con 200 pesos en la bolsa y nunca pagas impuestos.