De oficio reportero: Va en serio y en serie


Por Raúl Sánchez Carrillo

La amenaza de Donald Trump que le permite además traer a México como su recurso para desahogar odio y represión, viene desde el año pasado cuando desde agosto, dos meses después de que Enrique Peña Nieto como entonces presidente envió un mensaje al homólogo de Estados Unidos para decirle en tono firme, que ´´México no pagara ningún muro fronterizo y que quede claro que no aceptará en ningún momento, ni amenazas ni nada que atente contra la dignidad nacional´´.

Par entonces el ganador de las elecciones presidenciales, el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, ya se había adueñado de la agenda política, sin haber llegado al 1 de diciembre cuando tomo posesión del mandato constitucional e seis años.

El tema de Migración, es ahora, un asunto de crimen organizado, que como otras de sus manifestaciones, tiene a México, contra la pared en materia de inseguridad y violencia. Antes, lo que era u  asunto de polleros, ahora se planeado desde Uganda, Africa, y no se diga de Honduras, Salvador, Nicaragua, Cuba y hasta la fronteriza Guatemala con la que México tiene la frontera mas porosa que hay.

Por el Río Suchiate pasan armas, drogas, indocumentados, los tratantes de blancas y mas. Sin embargo desde hace diez meses, en lugar de atenderse con el simple argumento de que nuestro país no es un corredor libre para la entrada de miles y miles de indocumentados que hemos visto como, también desde Haití, se han apoderado de las calles de Tijuana, Mexicali, Rosarito y Ensenada en la Baja California o en Coahuila y Durango incluso; como la humedad, los indocumentados se han ido extendiendo bajo el discurso  que se convirtió en un reto a la máxima potencia del mundo, en el sentido de que aquí ´´les daremos empleo. O los recibimos con un gran respeto a sus derechos humanos´´.

Han realizado fugas, motines, quemado colchones de centros para su concentración. Exigen alimentos de calidad, ropa nueva y requieren medicamentos y atención. Por ello, la primera gran lección para AMLO es primero que el asunto Migratorio se ha convertido en un problema de tal magnitud, que ahora, con la amenaza que se cumplirá el próximo lunes 10 de junio con la aplicación del 5 por ciento a todos los productos que México exporta a la Unión Americana y el 10 y 20 días después y así hasta llegar al 25 por ciento, no se detendrá ni  con discursos de que queremos y somos grandes amigos del pueblo de los Estados Unidos de Norteamérica y del presidente Donald Trump.

La confianza que tenía López Obrador de evitar el primer impuesto, desapareció. Ahora el Chiapas ya están soldados, marinos, policía federal y agentes de Migración, deteniendo los ríos humanos. Se han deportado mas de 74 mil a sus países de origen y ahora si, con el agua a los aparejos, se decide algo que hace meses debió ocurrir. Aplicar las leyes migratorias.

sanchezcarrillo.tv

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