De oficio reportero: Sacudir conciencias


Por Raúl Sánchez Carrillo 

En un histórico cierre de la Basílica de Santa María de Guadalupe un día antes y uno después de haber cumplido 480 años de sus apariciones en el Cerro del Tepeyac, se evitó que concurrieran en solo 72 horas, mas de 10 millones de fieles a la Emperatriz de América.

El aviso se hizo oportunamente, se repitió en todos los medios y a todas horas. Era la única oportunidad de recibir una respuesta que de haber sido contraria a la que fue, hubiera agolpado a gruesas columnas humanas en Reforma Norte y Calzada de los Misterios.

La decisión desde la Jefatura de la Iglesia en Roma, con el Papa Francisco, de otorgar la Indulgencia Plenaria a quienes veneraran a la Morenita del Tepeyac en sus hogares, resultó ser efectiva en el ánimo de millones de personas de todas edades que, caminando días y noches, aguantando hambre y frio, lesiones incluso, evitó ese desplazamiento.

Siempre en una pandemia se contabiliza penosamente a quienes no resisten el embate de un virus que destruye pulmones y corazón. Que se convierte en una estadística luctuosa. Que omite entender lo doloroso de cada vida perdida para sus familiares. Se contabiliza igualmente a quienes libraron la crisis y a la vez, se mantiene un constante conteo de cómo se ocupan las camas con ventilador. Como se convierten hospitales en Covid19 y otros, para atender emergencias normales, es decir las de las otras enfermedades.

Pero hoy, de cara a entrar a la segunda quincena del peor año de quienes seguimos vivos, un nuevo embate del Coronavirus a nivel mundial, no solo activa las alertas  sino que obliga a tomar medidas que son a medias, las posibles.

Porque a medias, porque la experiencia de cierres totales de toda actividad salvo las prioritarias de hospitales, farmacias y tiendas de autoservicio dejó por haberlas ordenado con mucha antelación, la mas exterminadora de pequeños comercios o restaurantes en cualquier modalidad y la de cientos de miles de otros comercios. Hoy, un millón de esos comercios, no volverá a abrir sus puertas. Quienes ahí trabajaron muchos años de sus vidas, otros que tenían muchos años viviendo de esos empleos, hoy desesperados buscan un ingreso decentemente. Otros, ya roban o asaltan.

Empezando la segunda quincena de este 2020 se próxima la Navidad. Antes las Posadas. Después Año Nuevo y después ya en el año 2021, Dia de Reyes. Todos, sin duda quisiéramos poder comprar los regalos que durante muchos años dimos.

Reunirnos y convivir en familia o en el Año Nuevo con los ritos de barrer el piso para alejar la mala suerte, se vaciar un balde de agua en la banqueta para limpiar toda enfermedad y mal. Correr en circulo con una maleta cargando. Después en la cena de el nuevo año, las 12 uvas y por cada una, un deseo. Todo en este año, quedó en recuerdo.

Ahora, suplicando, si suplicando e implorando que la gente se cuide, ya quedó de lado el Semáforo que las mismas autoridades ya ignoran ante la emergencia. Se pide ahora si, usar cubre bocas, no salir, que si se necesita comprar comida o medicinas, que vaya uno solo de la familia. Que no haya reuniones mas que de quienes viven juntos. Que no se salga a comprar regalos, ante el reclamo airado y justo de comerciantes.

Ahora, queda buscar la mejor manera de pasar estas fechas. De superar las pérdidas de familiares o amigos. De tener presente que quien no se cuida, no tiene a nadie que lo haga, a menos que sea menor de edad.

Ya falta menos para que se vaya el 2020.

 

sanchezcarrillo.tv

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