Por Raúl Sánchez Carrillo
La convivencia social es difícil en cualquier país del que se trate.
En la mayoría, las leyes operan en función de derechos y obligaciones de los habitantes de cada entidad.
Sin embargo hay ejemplo como en Chile, donde esta prohibido filmar a la policía. Lo mismo ocurre en Francia.
La razón es que no se quiere mostrar al mundo como actúa la policía en contra de manifestaciones por cualquier motivo. La disuasión con agua a presión desde tanques o binomios perros-policía o los uniformados equipados con cascos y hasta rodilleras, macanas, escudos y otros aditamentos que golpean a mujeres y hombres sin consideración, además de que son detenidos.
En la Ciudad de México sin embargo, se ha enviado desde hace mucho, un pésimo mensaje. A la policía se le puede agredir a golpes, con pintura en espray, con palos y hasta con martillos. A la policía se le ordena no hacer nada. Dejarse insultar, golpear. A faltarles al respeto de manera total.
Ello, ha llevado al grado de que en manifestaciones y vandalismo, hay muchos policías lesionados. Llevados a hospitales incluso con fractura de cráneo, piernas, brazos. Lesiones en el rostro, etc.
Con la frecuencia de las manifestaciones por motivos diversos, el hartazgo de los uniformados ya es general. El último capítulo se dio con un bloqueo de ciclistas que demandando seguridad ante los atropellados y muertos por autobuses y automotores diversos, quisieron subirse a bloquear el segundo piso del Periférico.
Los policías de Tránsito que estaban en el lugar recibieron la orden de que no se permitiera ese bloqueo. Cerraron el paso a los ciclistas ya violentos que intentaron romper la valla policiaca. Empujones, insultos, retos, y amenazas de ser mas violentos dieron paso a que los ciclistas agredieran a golpes a la policía incluso con cadenas con candados y con los mismos cascos protectores. La respuesta fue inmediata. Los policías comenzaron a defenderse y a responder con golpes .
La policía esta entrenada para defenderse e incluso someter a golpes a agresores. Es fue lo que pasó. Obviamente los ciclistas se hicieron las víctimas. Se dijeron agredidos, reprimidos, sometidos por la autoridad.
La respuesta de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum no se dejó esperar y de inmediato en Twitter que ´´era INADMISIBLE, la agresión de policías a manifestantes ciclistas. Que se ordenaba la separación de policías y mandos de esa manifestación´´´. A su vez, esa orden la recibió el secretario Omar García Harfuch que en menos de 72 horas indicó que se había separado a 10 policías de su trabajo por los hechos aquí referidos.
Sin embargo, ese pésimo mensaje por primera vez en capítulos anteriores, se dijo que se investigaban los hechos y que en estos, también a los ciclistas que agredieron a uniformados.
Aquí ante la molestia generalizada la pregunta es. Quieren que nos quedemos sin policías en la ciudad.
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