Por Raúl Sánchez Carrillo
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha encontrado en hacerse víctima de todo, una posición cómoda y que permite esconder lo que va sacando a medida que van pasando los días para la votación de Revocación de Mandato o para avanzar en rebelar cuales son los pasos o metas a conseguir sin parar una tras otra.
Su encono con el INE, institución ciudadana que le dio el triunfo en la presidencia de la República al tener 30 millones de votos ha ido creciendo al no poder bajar los sueldos desde el presidente y consejeros, al no poder influir en decisiones electorales en capítulos de votaciones o decisiones sobre su desempeño .
El INE ha cumplido y cumple puntalmente con la Constitución. No se ha dejado intervenir por el Ejecutivo y tampoco ha obedecido instrucciones de nadie. El pleito esta abierto contra el presidente del INE, Lorenzo Córdova y con los consejeros. Todos pero en especial, Ciro Murayama que ha exhibido al tabasqueño como impositivo y necio.
Ahora, López Obrador adelanta que enviará unas iniciativas de Ley al Congreso que buscan modificar la selección de integrantes del INE y del número de diputaciones Plurinominales, con el pretexto te ahorrar dinero.
La mecánica que propondrá el Jefe del Ejecutivo es que ya no sean los diputados ni la ratificación de senadores, quienes integren al INE y que al disminuir diputados hay ahorros importantes. Ambas medidas darían al presidente mas poder y absoluto control de la mayoría de las instituciones del país. Salvo la Suprema corte de Justicia de la Nación, lo demás quedaría a modo del presidente, que niega tal concentración de poder, argumentando que serían 60 ciudadanos de impoluto prestigio quienes, electos por el pueblo representarían ´´fortaleza y transparencia en bien de la Democracia´´.
Además, y sin soltar en lo mas mínimo ni por un momento su comparación con el pasado reciente o mediano, asegura que su gobierno es atacado porque avanza en la transformación del país.
No cabe ni por equivocación reconocer el fracaso en materia de empleo, seguridad, desarrollo, inversión e incluso manejo de la política exterior. La visita de John Kerry encargado del medio ambiente en los Estados Unidos, resultó ser superficial, es decir sin ahondar en la reforma energética de la que cada vez con mayor intensidad, el vecino del norte anticipa que no aceptará medidas que afecten a inversionistas de la Unión Americana.
Andrés Manuel López Obrador no tarda en recibir una advertencia seria o un bocinazo para que deje de ser tan soberbio y provocador de conflictos. Decir que México no es una tierra de conquista y repetir otra y otra vez que su gobierno no es igual a los anteriores y que ahora lo atacan las radiodifusoras y periódicos que, dice, patrocinan los conservadores , ya cansa.
Pero el tiempo continua y transcurriendo y no hay que esperar mucho para saber que sucederá con tantos temas y asuntos de interés nacional.
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