De oficio reportero: Mil 500 cajas de pandora en Cancún


Por Raúl Sánchez Carrillo

 

Día de muertos. En México, todos los días

Como cada año, en el primer día de noviembre, se recuerda a los niños y niñas muertas en el Día de Todos los Santos. Un día después, el Día de los Muertos. Tradición centenaria que revela la cultura arraigada desde hace varios siglos, para recordar a quienes se adelantaron en el  camino hacia, nadie sabe.

Ofrendas, flores de Cempasúchil, altares, velas encendidas, fotografías de los difuntos, olor a copal, a incienso, oraciones y muchas lágrimas que corren en las mejillas de quienes aún, extrañan a sus seres queridos.

Día de muertos que en los 120 panteones de la Ciudad de México, se congestionan de miles de deudos que acuden, muchos solo en esta fecha, a lavar las lápidas, a colocar agua transparente en lugar de la verdosa que hay en los floreros, bueno, si no se los han robado. Niños y jóvenes que obtienen un ingreso llevando cubetas con agua. Vendedores de flores que en dos días se pasan de vivos, vendiendo su producto para adornar las tumbas. Música, solemnidad y dolor, pero hace varios años, SIN UNA GOTA DE ALCOHOL!!

Para la celebración de ayer y anteayer, nueve mil policías de la secretaría de Seguridad Pública, diseñaron anillos de vigilancia e inspección para que no reintrodujera ninguna botella de licor al campo santo.

Sin embargo, mientras que con todo el respeto por la festividad, de la que hace dos siglos José Guadalupe Posada, hizo en sus grabados la burla a la muerte,  la que llamó La Catrina y si fuera hombre El Catrín, logró con ello trascender fronteras y llegar a lo hilarante, a la burla, a la irreverencia de la también llamada La Huesuda, La Pelona. Trascendió fronteras y desde hace centurias, México es en el único país del mundo en donde la muerte toma roles cómicos, de sorba, de crítica política con las Calaveritas. Cobra recordar que hay un Pan de Muerto con huesos de pan, atravesados y rociados de azúcar.

Los atares con la comida y la bebida que gustaba al ahora ausente, flores y veladoras, aserrín amarillo, fruta. Mole, antojitos. «Todo lo que le gustaba al que ya no esta».

Sin embargo, nadie o casi nadie, se ha detenido a saber que en México, todos los días son Días de los Muertos. En Tamaulipas, en Guerrero, en Chihuahua, en Michoacán, en Puebla, en Tabasco , en Quintana Roo, en Chiapas, en Veracruz, en Colima, en Baja California, en Durango, Sinaloa, Coahuila, en la Ciudad de México , en el Estado de México y así en casi todas las 32 entidades del país. Habrá quienes digan que eso es otra cosa y les responderé que NO que son Muertos. A quienes no velan, a quienes los encuentran en fosas clandestinas, a los destazados, a los incluso desaparecidos hace 30 años o mas, a los desaparecidos recientes. No cabe duda que como México no hay dos. Todos los días es día de los muertos. Ha pero con el gran pecado de que no murieron de causas naturales o en accidentes.

A los muertos de panteón, la autoridad en cada caso les extendió un Certificado de Defunción, a los demás, nada, absolutamente nada si no un lugar de suma en la lista de muertos.

Tendrá la autoridad algo que decir de tan cotidiana realidad. La respuesta es NO. Que dolor.!!!!!!

Mil 500 cajas de pandora en Cancún.

Y vaya asunto histórico que ha emprendido la Procuraduría General de la República, a través de a SEIDO en Cancún, en donde sin orden de cateo, se apoderaron de mil 500 cajas de seguridad, de igual numero de particulares que ahí guardaban sus alhajas, dinero, escrituras, facturas y pertenencias en general.

El sólido argumento de que por seguridad ahí estaban las cosas, se derrumbó cuando como la pólvora, corrió la información que en las Cajas de Seguridad, estaba la Marina y la PGR, rompiendo incluso a golpe de mazo las metálicas cajas.

Los propietarios acudieron a toda velocidad a enterarse del porque y para qué de la brutal acción. Como respuesta en voz de un funcionario se les dijo. “Estamos en una investigación relacionada con el crimen organizado”. En algunas de estas cajas se han encontrado cientos de tarjetas de crédito clonadas o nuevas, listas para cometer fraudes. No se generaliza como presuntos delincuentes a los mil 500 propietarios de esas cajas de inseguridad . Pero de ahí habrán datos e incluso pruebas de que los mañosos creyeron que confundiéndose con gente decente, habrían de pasar inadvertidos.

Todos, menos hasta ahora 17 que se ampararon para que sus cajas no sean abiertas y traídas a la PGR, deberán acreditar lo que ahí se encuentra. Si son alhajas, dinero, facturas. Ojalá no haya el criterio de que no se van a considerar regalos o ahorros. Sería una Chinga.

sanchezcarrillo.tv

 

 

 

 

 

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