Raúl Sánchez Carrillo
En los últimos meses, los ríos humanos de migrantes provenientes principalmente de Honduras, el Salvador y Guatemala, parecieran no existir en un mapa centroamericano que hacia adentro de cada una de esas naciones, la violencia, la inseguridad y el desempleo asociado con el hambre, son la fórmula perfecta que mueve a miles y miles de personas que buscando vivir o subsistir, emigran ante la mirada y silencio de los presidentes respectivos.
Orlando Hernández, presidente de Honduras, Nayib Bukele, del Salvador y Jimmy Morales de Guatemala, son quienes encabezan los poderes en cada país en donde nada hacen por cambiar la situación de sus habitantes.
No hay aplicación de las leyes contra la delincuencia y pareciera que ante la falta de inversiones privadas en sus países y la corrupción aunada a la pobreza de cada una de ellas, lo mas fácil sea convertido en abrirles el paso para que de un país pasen al otro ´´si al fin que en México, pueden llegar y cruzar a los Estados Unidos´´.
Nada mas falso. La irresponsabilidad ha generado que el crimen organizado ya tenga atención y desempeño en la migración irregular y ahora so capos que organizan caravanas, les quitan el poco dinero que llevan y los convierten en cordones humanos.
El Pacto por la Integración Centroamericana, creado en 2014, comprometía a cada uno de esos países principalmente emisores de indocumentados, a promover proyectos de inversión para lo que tendrían estímulos fiscales, capacitación de trabajadores y los estudios correspondientes de factibilidad que hiciera realidad . Sin embargo todo quedo en letra muerta.
Los miles de inmigrantes irregulares hoy incluyen familias completas o el que hombres adultos, se hagan acompañar de uno o dos menores, para transitar buscando mas consideración o paso libre. El respeto a los derechos humanos incluye a los habitantes de México que en la frontera sur, están HARTOS, se la invasión, el basurero, los asaltos, riñas, violaciones y el colmo que se queden en poblaciones de Chiapas o de Baja California Norte. Tijuana, Tecate, Ensenada, Rosarito, Mexicali y hasta algunos municipios de Tamaulipas o Coahuila.
Por ello, es importante voltear la mirada a esos países centroamericanos para exigirles que cumplan con su obligación.
El número de indocumentados que ya están en México rebasan los 170 mil. Han sido deportados , mas de 124 mil…Ahora no solo de los citados países centroamericanos vienen. Lo hacen africanos, haitianos, cubanos, y de otras naciones. Por ello, México simple y sencillamente, aplicará las leyes migratorias. Guardia Nacional, Inmigración y las policías estatales se coordinarán para poner orden,
Una cosa son los derechos humanos de todos y otra que se quiera seguir tomando a México como corredor libre.