De oficio reportero: La desgracia sello en México


Raul Sanchez Carrillo

Es de verdad frustrante y de dar rabia que en México sea la tragedia el sello que caracteriza ignorancia, falta de autoridad y hasta improvisación.

Cientos de muertes se suman en lo que ha sido primero san Juanico, explosión por gas, Guadalajara por la fuga de gasolina en los ductos del drenaje citadino y ahora Tlahuilipan, Hidalgo, en donde más de 90 muertos, 68 desaparecidos, calcinados y convertidos en ceniza o trozos de carbón,  cerca de lo que se convirtió la hornaza de por la fuga de gasolina de alto octanaje que durante mas de 4 horas comenzó como una fuga leve y que cinchado dos veces el ducto se convirtió en una hornaza que alcanzó 20 metros de altura.

En el hospital de Hidalgo y otros, se encuentran los heridos que, marcados para siempre por las huellas del fuego, suman más de 50 y todo por convertirse en eslabones de la cadena de robo de combustible o huachicol que caracteriza esa entidad.

Lo mas grave de lo grave que ya es lo que ha ocurrido en mercados de pirotecnia, en explosiones aisladas por fuga de un tanque estacionario, de lo que ha registrado el país, nada se compara a lo que se inició a las 11:30 de la mañana del pasado fin de semana y que puso a la luz una ausencia total de respeto a los soldados que , precisamente en Tlahuilipan, fueron objeto de insultos y de amenazas de ser golpeados por un grupo de vándalos que con varillas golpearon un camión militar y querían escalarlo para aliarse a golpes con los soldados, todo esto acreditado en video.

Y si bien el presidente Andrés Manuel López Obrador, reitera que no se reprimirá con el ejército, debe analizarse que no es reprimir, prevenir y que con un cerco militar en donde nadie pasa, los necios y provocadores que pudieran enfrenarse con el ejército quizá saldrían golpeados, pero no achicharrados como ocurrió en la más grave tragedia del huachicol.

Las imágenes dantescas de hombres corriendo envueltos en llamas para alejarse de la hornaza, quedan ahí en la historia de las grandes tragedias de México, como quedan las marcas de la lumbre en aquellos que por robares 10, 20 o quizá 100 lts. de gasolina quedaron marcados toda su vida, si es que la libran.

El Dr. Alejandro Gertz Manero, hoy  Fiscal General de la República, ha señalado que no se descarta ninguna hipótesis y llegó a mencionar que después de 4 horas de fuga en las cuales 20 metros de alto en cada uno de los dos pinchazos que se dieron al ducto, pudo ser que la ropa sintética que genera electricidad, pudo ser la causa del estallido a las 17:40 de la tarde pero la pregunta surge en que si esa tesis  tuviera algún respaldo porque no habría explotado antes los miles de litros de una gasolina de alto octanaje que generó la tragedia.

Y el colmo es que familiares de fallecidos o desaparecidos hoy hablan de una indemnización por cada muerto y herido, como si la invitación a robar gasolina hubiera venido de Pemex y no de quienes han vivido por años de generar fugas de combustible para venderlo en el mercado, incluso hasta a la mitad del precio oficial.

Esta comprobado que la gasolina genera vapores que llegan a drogar a quienes los aspiran por un tiempo prolongado.

En Tlahuililpan hubo un momento en que como si se tratara de un sábado de gloria unos a otros se empapaban de gasolina con actitudes fuera de sí. Tenían varias horas aspirando los vapores de gasolina para robar lo menos por lo más, que es la vida, que es no quedar desfigurado, que es no quedar marcado por la lumbre por toda la vida

Mucho se habrá de escribir e informar de todo esto que como página de pesadilla se suma a las arriba mencionadas que cubrió el que esto escribe y que genera coraje, frustración, vergüenza y sobre todo un luto nacional en donde ladrones de combustible, hicieron del delito una fiesta que terminó en funerales.

sanchezcarrillo.tv

Previous "Roma", de Alfonso Cuarón, hace historia con 10 nominaciones al Oscar
Next Felicita López Obrador a Alfonso Cuarón por nominaciones al Oscar