Por Raúl Sánchez Carrillo
A unos días de que el Partido Revolucionario Institucional publique la Convocatoria para la renovación del Comité Ejecutivo Nacional, las patadas debajo de la mesa, los rumores de que si ya José Narro visitó a Carlos Salinas de Gortari y que quien lo habría llevado es la actual presidenta del CEN del PRI y sobrina de CSG, Claudia Ruiz Massieu, de que si Ulises Ruíz, se vale de Carlos Salomón Cámara para repartir dinero con tal de que lo mencionen como posible y de que Alejandro Moreno Cárdenas, presidente de la Conago y gobernador de Campeche asegure que va con todo con juego limpio y que exhibirá las transas, la expectación sobre los destinos del tricolor, va en aumento.
El PRI tiene muchos pendientes y tareas cuesta arriba. Ya no es el único corrupto, pareciera que se abrió la caja de pandora y otros partidos tienen el mismo mal. Sin embargo, se percibe que existe un priismo callado, socavado pero real, que si con la nueva dirigencia hay compromisos y hechos de un cambio a fondo, podrían resurgir en las intermedias y con seguimiento puntual, podría resurgir con los mas de 90 millones de votantes que si bien desde luego no serían todos a favor del tricolor, millones incluso de los 30 que votaron por Morena, regresarían al PRI.
Pero nada de esto se podrá ver hasta que se sepa quién y de manera clara y limpia, ganó el CEN del PRI.