México, 6 Ene 2017.- El presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que su responsabilidad es “tomar decisiones difíciles en el presente para evitar afectaciones mayores en el futuro”, y llamó a enfrentar unidos los retos que depara 2017, el primero de ellos, el aumento en el precio de la gasolina.
A pesar de este desafío, confió en que con unidad “México y los mexicanos estaremos preparados para hacer frente a cualquier reto”, y que “con esa confianza, trabajaré para que cada hogar y cada familia tenga un 2017 de salud, éxito y bienestar”.
En un mensaje retransmitido en cadena nacional con motivo del Año Nuevo, el mandatario subrayó que esta medida tuvo que ver con el aumento en el precio del combustible en el mundo.
Esto a su vez, fue resultado de un incremento de casi 60 por ciento en el precio del petróleo en todo el mundo, por lo que “este ajuste en el precio de la gasolina no se debe a la reforma energética ni tampoco a un aumento en los impuestos”, expuso.
Por lo tanto, sostuvo, “se trata de un aumento que viene del exterior. El gobierno no recibirá ni un centavo más de impuestos por este incremento”, y tratar de mantener el precio artificial de las gasolinas hubiera obligado a recortar programas sociales, a subir impuestos o a incrementar la deuda del país, poniendo en riesgo la estabilidad de toda la economía.
Antes de tomar esa medida, el primer paso que dio su administración fue recortar el gasto del gobierno en casi 190 mil millones de pesos, y a la fecha ha tenido que eliminar unas 20 mil plazas laborales, lo que representa una reducción en sueldos y prestaciones de más de siete mil 700 millones de pesos, indicó.
Asimismo, a partir del primer trimestre de este año, se reducirá 10 por ciento la partida de sueldos y salarios de servidores públicos de mando superior de dependencias federales.
Mantener un precio artificial de la gasolina habría significado un gasto adicional de más de 200 mil millones de pesos, lo que equivale a paralizar por cuatro meses todos los servicios del Seguro Social; interrumpir dos años los apoyos del Programa Prospera a casi siete millones de familias y suspender tres años el Seguro Popular, que beneficia a más de 50 millones de mexicanos, dijo.
“En el pasado, otros gobiernos decidieron mantener artificialmente bajo el precio de la gasolina para evitar costos políticos” y lo pudieron hacer “porque el país producía más petróleo, que se vendía más caro que nunca en la historia, y el gobierno tenía ingresos excedentes”.
Apuntó que en el sexenio anterior se perdieron un millón de millones subsidiando la gasolina; “fue dinero que se quemó regalando gasolina, en lugar de invertir en cosas más productivas como sistemas de transporte público, escuelas, universidades y hospitales”, añadió.
A pesar de esta explicación hecha a través de todas las cadenas de radio y televisión, el hecho de que las gasolinas se ajusten a su precio internacional es un cambio difícil, pero que “como presidente, mi responsabilidad es justamente tomar decisiones difíciles en el presente, para evitar afectaciones mayores en el futuro”.
Reiteró que para proteger a la población y evitar que el aumento en el precio de las gasolinas sea pretexto para incrementos injustificados en otros productos y servicios, dio indicaciones a las dependencias del gobierno para que mantengan una permanente vigilancia a fin de evitar abusos.
Otro reto, señaló, es construir una relación positiva con el nuevo gobierno de Estados Unidos y subrayó que “México sabrá defender y asegurar el respeto y el reconocimiento internacional que se ha ganado en el mundo”.
“Refrendaremos los sentimientos de amistad del pueblo de México con el pueblo norteamericano y trabajaremos con toda decisión para mantener y fortalecer las relaciones económicas, culturales y familiares entre los dos países”, y para hacerlo, el país cuenta con su unidad nacional, apuntó.