TEMAS CENTRALES: El proyecto de un solo hombre


Miguel Tirado Rasso

mitirasso@yahoo.com.mx

La joya de la corona de las elecciones de este año, la del Estado de México, ha concentrado la atención de la clase política por el impacto que pueda tener en el proceso electoral federal de 2018. Porque además de ser la entidad con el padrón más elevado del país, sobre 11 y medio millones de electores, se trata del estado natal del Presidente Enrique Peña Nieto, lo que no es un dato menor.

A lo anterior, habría que agregar la apuesta futurista del gobernador actual de esa entidad, Eruviel Avila, quien esperaría que la rendición de buenas cuentas a su partido, puedan ser razones suficientes para fortalecer su posición en la carrera interna priista para la candidatura presidencial.

La realidad es que, históricamente, no existen elementos para suponer que el partido que gane la elección mexiquense, necesariamente habrá de ganar la elección presidencial, ni lo contrario. Durante la alternancia, el PRI retuvo el gobierno de esa entidad, como lo ha venido haciendo hasta la fecha, a pesar de haber perdido la elección presidencial en dos ocasiones (2000 y 2006). Sin embargo, habría que aceptar que, por los factores antes mencionados y el ambiente político interno y externo, el resultado de esta elección si podría influir, en algo, y, de ahí que los dirigentes de los partidos políticos le den prioridad a la campaña electoral mexiquense.

La carrera hacia el gobierno del Estado de México ha dado sorpresas. Si bien, antes del inicio formal de las campañas electorales, los candidatos del PRI, PAN y Morena, Alfredo del Mazo, Josefina Vázquez  Mota y Delfina Gómez, respectivamente, aparecían muy parejos en las encuestas, prácticamente en un empate técnico, lo que hacía ver una elección de tercios, pues entonces el candidato del PRD, Juan Zepeda, todavía no pintaba, a casi tres semanas de la fecha de la elección, el posicionamiento de los candidatos en las preferencias, ha cambiado.

La encuesta del periódico El Universal, publicada esta semana, da un empate técnico entre los candidatos del PRI y de Morena, con 19.1 y17.5 puntos, respectivamente. Salvo el candidato del PRD, que ha ido mejorando su posicionamiento, los otros tres candidatos han perdido puntos, según esta fotografía tomada a poco más de la mitad de la campaña. Sin embargo, del Mazo y Delfina Gómez, han mostrado consistencia, pues a pesar de los puntos perdidos, continúan encabezando las preferencias.

No ha sido el caso de la candidata panista, que de haber iniciado arriba en las preferencias, ahora aparece en un cuarto lugar con10.4 puntos, bastante alejada de los punteros. La supera el candidato revelación perredista, que alcanza ya 10.7 puntos y que sigue escalando posiciones, a pesar de las flaquezas y disputas internas de su partido.

En una contienda en la que más que programas y propuestas, los candidatos se han preocupado por buscar las fallas y errores de sus contrincantes, es de esperar golpes de toda índole para descalificar al contrario, lo que deja a los electores con pocas posibilidades para votar por el de mejores calificaciones y tener que optar por el de menos negativos.

A Delfina Gómez, le sacaron esqueletos del armario, de los tiempos en que presidió la alcaldía de Texcoco y su inercia ascendente se congeló. Unos descuentos a los salarios de los trabajadores del municipio, que se dice que aceptaron, voluntariamente a fuerzas, y cuyo destino no ha podido aclarar, le quitó el optimismo a su promotor y líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, que ya sentía el triunfo de su candidata en la bolsa.

Y es que el decano de los candidatos presidenciales, tiene su apuesta en el Estado de México, por el abultado padrón electoral y el trastabillón de su candidata, lo puso nervioso. El triunfo de la maestra Delfina significaría un importante salto en su carrera hacia Los Pinos, por eso la llamada de emergencia a los partidos de izquierda, a los mismos a los que en otros momentos ha denostado, el PRD, Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), para que se sumen y le den votos a su candidata mexiquense.

Eso sí, su convocatoria, con carácter de ultimátum, plantea que tendrán que decidirse ya, y declinar, en este año, a favor de los candidatos de Morena en todos los procesos electorales del próximo 4 de junio, porque si no lo hacen ahora, amenazó, ya no los aceptará en su proyecto presidencial y, entonces, él y Morena irán solos.

Este repentino cambio de actitud del tabasqueño, que anteriormente había sido explícito en su rechazo a cualquier alianza, en particular  con el PRD, a cuyos dirigentes no bajaba de corruptos. “Que quede claro, dijo alguna vez, ya no estoy en el PRD, un partido del que salí por corrupto,” sólo se podría entender porque se dio cuenta que su proyecto presidencial no le alcanza sin alianzas con otras fuerzas políticas, muy a su pesar.

Pero muy al estilo del tabasqueño, este llamado a la unidad de las izquierdas no admite discusiones ni negociaciones. Como contrato de adhesión, la convocatoria supone una incorporación incondicional, en la forma y términos que fije el convocante. Y es que su proyecto de nación, es el proyecto de un solo hombre, algo que se deberá tener en cuenta en el análisis de este llamado.

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