Carlos Ramos Padilla
AMLO avizora una caída económica por el petróleo y el coronavirus. Lo sabe, lo afirma. Qué se necesita? Elemental: vigorizar, inyectar dinamismo a la economía, defender los empleos, generar atracción a inversiones, sancionar especulaciones, frenar carestía y detener la fuga de capitales. Qué ha dicho el tabasqueño, “ no se apoyarà a la iniciativa privada sólo a los pobres”. Qué indica el mundo sensato: entrar en cuarentena, que afirma el de Macuspana: “ salgan, vayan a restaurantes”. Qué pasa con las inversiones? Se suman a la inversión más de 900 millones de dólares para una industria cervecera de exportación y el Ejecutivo promueve una consulta callejera para determinar que se cancele la operación. De la burla el mundo ya califica a nuestro presidente como el “peor ejemplo”. En verdad no sabemos para dónde vamos. No hay coordinación institucional, no hay políticas públicas, el desorden y confusión son evidentes, la sociedad civil, los gobiernos estatales y los empresarios por mucho ya rebasaron al gobierno. Espero que en breves días la comunidad internacional no nos descalifique aún más y nos cierre toda posibilidad de intercambio comercial, cultural o político por considerarnos foco de infección. Que se nos cierren las posibilidades de viajar y se cancele todo visado a los mexicanos para ingresar a otro país. Aquí en México se menosprecia la labor en equipo y a la infraestructura nacional, ya lo dijo el ególatra “ahorita no, yo les digo cuando”. Espero en verdad no reventemos, no entremos a una fase crítica en donde tengamos que pedir auxilio internacional, veamos lo que està sucediendo en España. Ya de hecho estamos tarde en las acciones y reacciones. Sabemos que no hay pruebas suficientes para comprobar un resultado positivo a la infección. A los “sospechosos” los envían nuevamente a casa sólo a esperar cambios en su comportamiento físico y en su salud. No queremos entrar a una catástrofe, a una tragedia que habremos de lamentar.