Se comenta solo con…Inaceptable


Carlos Ramos Padilla

Vaya recibimiento que le dieron al nuevo Arzobispo Carlos Aguiar. No sólo tiene pendientes cuentas con los pederastas ensotanados, sino que hoy sus clérigos negocian con grupos criminales o por lo menos esa fue la declaración de los obispos en Guerrero luego del asesinato de los sacerdotes Ivan Añorve Jaime, (quien se estima es pariente del anterior presidente municipal Manuel Añorve Baños) y Germán Muñiz Garcia luego de asistir a un bailongo en donde, según el fiscal de Guerrero, Javier Olea, ahi se reunieron los grupos delincuenciales de tres Estados del país. Ya causamos el hecho de que la autoridad competente sabe de estas narcoreuniones, que sí se dan, pero lejos de prevenir y actuar responden luego de los asesinatos. Pero es muy delicado que la Iglesia Católica en nuestro país se considere un Estado dentro de otro Estado. Sería interesante conocer el punto de vista de Renta Sales, Comisionado Nacional de Seguridad ante las aseveraciones públicas de que los sacerdotes fueron negociar la paz con los criminales y que no es la primera ocasión que así ocurre. Estos párrocos se atribuyen el nivel suficiente no sólo para ser confesores de sicarios, acudir a sus fiestas y bautizos, sino hoy operar como negociadores. Esto hasta donde entendemos está fuera de la ley y podrían caer en encubrimiento o complicidad. Ningún personaje en México está autorizado a aplicar su propia ley o a ejecutar aquellos de ojo por ojo, diente por diente. Aguiar y sus sacerdotes deberían, tendrían que especificar hasta dónde existe una relación real de los padrecitos con los matoners, que reciben a cambio y que negocian para como ellos dicen, mantener la paz. Y de ahi, entonces partamos para atender que es un Estado de Derecho en la nación.

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