Se comenta solo con…Donald – Kim


Carlos Ramos Padilla

Sin duda alguna la noticia histórica, bomba, es la reunión de los presidentes de Estados Unidos y de Corea del Norte. Ambos ya llegaron a Singapur. Ellos, no como los capos que dejan las metralletas en la mesa para dialogar, pondrán a su costado sus diferentes portafolios con los códigos nucleares. Legan no con un boligrafo para firmar un pacto de entendimiento, arriban con el dedo puesto en el botón rojo para amedrentar al mundo. Los unos contra los otros. La disposición no es hablar de paz, sino medirse en cuanto a capacidad destructiva. Para no calificarlos de orates, ellos dos representan los mandatarios más inestables y de poca confianza en sus decisiones. Son explosivos, son de bote pronto, sin indescifrables. Trump, hemos visto, tiene la garganta cargada de insultos y se ha empeñado en ofertar al mundo una guerra comercial sin medida y ha lanzado sus «bellos» misiles en el Medio Oriente. El otro, el asesino de Corea del Norte, que es capaz de fusilar a los miembros de su gabinete si se quedan dormidos en la sesiones  de gobierno, ha encolerizado al planeta con lanzamientos de proyectiles con ojivas nuclear por sobre el mar de Japón, advirtiendo que sus cohetes tienen la propulsión necesaria para llegar por lo pronto a Hawaii, San Diego, Los Angeles y San Francisco. Jugando con las palabras diría que sus armas  de negociación son las armas con dinamita. Su temperamento inestable hace suponer que los acuerdos podrían ser sólo mediáticos y temporales, y esa es la opinión de los expertos. Nada se habrá de avanzar si la propuesta de Estados Unidos, así a boca de jarro, es desmantelar todas las bases nucleares de Corea del Norte. Ningún inciso positivo si Corea del Norte pretende hacer de la geopolítica un campo minado sobre los aliados estadounidenses. Ya vimos que si fue posible el encuentro entre las dos Coreas, Todo iba bien hasta que las partes en conflicto, luego del apretón de manos, iniciaron nuevamente con maniobras militares. Los rounds de sombra ya se cumplieron..Ahora sí, y en horas, el cara a cara de Donald y Kim que entre entras cosas, y sobre sus muertitos, buscan el Premio Nobel de la Paz.

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