Carlos Ramos Padilla
Hasta la cocina se fue José Antonio Meade y que bueno. Reto a sus contrincantes a un debate, el que necesitamos, para conocer su calidad y honradez. Quiere exhibir públicamente la limpieza en recursos económicos con que se han movido en su vida política. Por supuesto López Obrador se negó argumentando que no va a caer en provocaciones y que «amor y paz». También Ricardo Anaya rechazo la propuesta. Margarita Zavala levantó la mano y se dijo lista para entrarle al tema. Y es que para el bien de todos no sólo necesitamos saber que están limpios en su vida y patrimonio, sino que sería importante también un examen de capacidades y conocimientos. Toda vez la distancia entre los aspirantes es mas marcada. Mientras unos proponen, analizan, abren espacio a las ideas, otros se mueven en los pantanos de la incertidumbre, las ocurrencias y los discursos de ocio y confrontación. Meade ha sido concreto, habla de siete puntos sustantivos para el país, mide riesgos y enfrenta preguntas. Margarita Zavala defiende sus posiciones de género, se preocupa por la educación. Ricardo Anaya se desgasta en atacar al PRI, desvía la atención cuando de le interroga sobre sus bienes y López Obrados se esconde tras la ironía, el desenfado y la oratoria barata. A toda pregunta incomoda dice que es un compló y que no cairá en provocaciones y que lo que diga su «dedito». Pero si, ya que se llenan la boca asegurando acabarán con la corrupción. lo primero que deberían de exhibir públicamente es su historial moral. No basta con decir que se va a arrebatar a los ricos el salario para dárselos a los pobres, es obligatoria en una democracia sana los debates que pongan en claro qué clase de políticos nos desean gobernar y no únicamente ellos, los miembros más cercanos a sus equipos de campaña. Son Anaya y López Obrador quienes ocupan más espacios ´para atacar a sus adversarios por corruptos, en decir que los otros partidos políticos, no los de ellos, los otros, son poco éticos pero curioso, son ellos, Anaya y López, los que se esconden cuando se les pregunta y de dónde y cómo vives?. Para tener confianza, para otorgar el voto lo primero que debemos saber es si alguno de los aspirantes se ha dedicado a robar al país sus recursos, si están limpios por qué no debatir, y no es una provocación, es una exigencia.