Carlos Ramos Padilla
Y vamos a la guerra de encuestas y desinformación. Hablo de los «independientes». Que si el «bronco» ya rebasó a Margarita, que si ella está pagando por las firmas, que si Marychuy está respaldada por fuerzas políticas que le regalan adeptos, que si llegan a cumplir los requisitos, que no lo harán, que piden una semana más de plazo para seguir convenciendo a los electores, en fin, un desorden y éste fomentado por el Instituto Nacional Electoral. En lugar de hacer las cosas fáciles y accesibles, complica los procedimientos. Vamos, apenas está corrigiendo la aplicación de los celulares para captar las firmas y credenciales de elector. Repito, apenas. Este tipo de eventos lejos de abonar a la democracia la está achatando. Están llevando al proceso al descrédito pero más aún, a la desconfianza. El elector no sabe si dar la firma, cree que es un voto. Muchos están vendiendo el favor, otros mejor no participan aunque si quieran. Este procedimiento creado por el INE limita severamente la participación. Para poder tener la oportunidad de expresarnos como ciudadanos debemos, no tenemos, debemos de estar involucrados en los sistemas virtuales de comunicación. Vamos si nos hay wifi pues nada más quedamos fuera. Y ello sin contar que un importante sector del la tercera edad o comunidades en serranía y rancherías no son considerados y ahí es donde muchos de los aspirantes hacen campaña, no como Margarita que utiliza un espectáculo elitista como la Formula Uno para hacer campaña. El INE debería estar obligado a informar, a orientar a capacitar. Ahí si emplear los espacios que le corresponden en medios de comunicación ´para generar dinámica y fomentar eso que es su tarea, la democracia. Dejar de transmitir tanto «spot» estúpido y sin sentido para mejor fortalecer lo que nos interesa a todos, mejores aspirantes, campañas serias y partidos comprometidos. Mejor que se interese el INE en responder por el registro de personajes y agrupaciones políticas corruptas como el Partido del Trabajo que en sus mensajes dice que sólo el gobierno es el que defrauda y que ya están «hasta la madre».. Yo por mi parte, como ciudadano y como periodista ya me acerqué a conocer las fallas en la captación de firmas, los obstáculos y el largo tiempo que se le dedica. Lo ridículo que es el procedimiento para lo que presume es capaz de hacer el INE. Pero que podemos esperar de un Presidente Consejero que como el lo expresa al tratar con indígenas, habla con totoncas.