Carlos Ramos Padilla
La Cuarta Transformacion, Trump, AMLO, el que sea está fortaleciendo el músculo de una mujer combativa y congruente con sus objetivos: Elba Esther Gordillo. Ella como líder sindical, una de las más fuertes en America Latina, se enfrentó a Ernesto Zedillo como secretario de educación y al propio Enrique Peña Nieto a consecuencia de la Reforma Educativa. Un día la maestra, cuando dialogamos sobre su posición política ante la determinación del Presidente Peña me aseguró “ no pueden evaluar a los maestros mientras no hayan recibido capacitación y apoyo, no permitiré abusos”. Y así se mostró ante el poder del Ejecutivo pagando una factura durísima. De siempre lo he asegurado y escrito, podrán evaluar de diferentes formas a Elba, pero en su titularidad con los maestros nunca puso en riesgo la integridad de los mentores, nunca paralizó a la nación con bloqueos ni marchas ni nunca se escondió como muchos cobardes contemporáneas tras capuchas y pasamontañas. Ahora Elba se lanza en redes sociales, explora nuevos caminos y pretende un partido político, es decir, vuelve a desfilar por los caminos legales, reconocidos y abiertos. Ella no supo a tiempo leer el ataque frontal del sistema cuando a través de Televisa le mandaron un claro mensaje y fue en el noticiario nocturno en la sección de “terapia intensiva” cuando de forma pública le dijeron “misrata” haciendo alusión a un territorio geográfico arabe (Misratah, uno de los 22 distritos que subdividen políticamente a Libia). Ya antes la habían querido exhibir en la película “de panzazo” cuestionándole la infraestructura y recursos destinados a la educación. Elba tuvo mucha razón en molestarse debido, como se los dijo en una llamada telefónica, el sindicato de maestros apoyaba en todos sentidos un programa difundido por Televisa llamado “ un niño de primaria sabe más que tú”. Aún así intentaron debilitarla. Más tarde se mofaron publicando una fotografía en primera plana de La Jornada, de ella subiendo la escalinata de gobernación, cuyo titular era Osorio Chong, por la marca de un bolsa que en aquella ocasión lucia. Y aguantó como siempre. Pero ahora las cosas son distintas. La torpeza del gobierno federal, humillado otra vez por trump, deja al país vulnerado en su soberanía a través del T-MEC al permitir que los extranjeros evalúen los cambios laborales y se entrometan en el mundo sindical mexicano. Digan lo que digan, cometieron gravísimos errores y aún cuando han tratado de minimizarlos mediaticamente pregunto, y por qué nuestros burócratas no corresponden a calificar a las “unions” y sujetar a nuestro criterio nacional sus leyes la labórales?. Pero centrándonos en Elba y los “acuerdos” con los estadounidenses retomaría una frase que fue una y otra vez aplicada a Roberto Madrazo (por cierto enemigo político de la maestra) “ tú le crees? Pues yo tampoco”. Ya vimos el ridiculo mundial de la 4aT y personajes como amlo, Sheinbaum, Ackerman, Ebrard y Rosario Piedra con la protección al “hermano” Evo, que nos escupió la cara luego que fue tratado como Jefe de Estado y ahora el boliviano recibe una orden de aprehensión en su propia tierra. Y usted sabe, antes se burlaron de Mexico e impusieron condiciones migratorias también por la ocurrencia del Ejecutivo de “abrir las fronteras mexicanas”. Elba es audaz, quizá temeraria pero calculadora. Es dura con sus principios y demoledora con sus enemigos. Ya sostuvo una reunión con personajes como Romero Deschamps para evaluar la calidad del terreno que pisa. Y aunque hay muchos adversarios e incrédulos si puedo asegurar que si Elba interviene en la defensa de los derechos laborales, los sindicatos y los maestros, lo hará por el bien del país y en serio, no como estos triunfalistas que acaban en la mofa internacional y rayan el prestigio de la nación.