Se comenta solo con…Científicos dos


Carlos Ramos Padilla

No me espantan las majaderías ni las groserías, me las sé y las escucho todos los días en la vía pública. Lo que me sorprende es la bajeza, la ruindad, la amargura, la excesiva y necedad de venganza que algunos personajes en la política exhiben como tarjeta de presentación. Nombres hay y cada día más pero mencionarlos es promoverlos y mire que uno de ellos aún está al frente del Fondo de CULTURA Económica. Pero no puedo pasar por alto a una mujer, senadora como Lucia Trasviña, por corriente y vulgar. Que lejos de aspirar a un país que se respete, que sea honrado y considerado con personajes de esa ridícula estampa. Ayer y hace un par de días me permití escribir, contribuir y conversar con personajes cultos, con clase como Ricardo Ramírez, Carlos Valdes José Franco, Juan Martinez, Silvia Cruz Martin del Campo dignisimos catedraticos e investigadores universitarios. Incluso me he manifestado mi adhesión a la propuesta de otorgar la medalla Belisario Domínguez a Mario Molina y fortalecer la herencia de otro prohombre como Guillermo Soberón Acevedo. Hoy he leído los justos pronunciamientos del Rector Enrique Graue expresando estar afligido por las recientes decisiones en torno al financiamiento a las investigaciones. “Vivimos incertidumbre presupuestal para la educación superior del país” señaló el universitario. Si no hay suficiente inversión en investigación, se dará un paso atrás porque “ crear conocimiento, desarrollar e innovar tecnología es algo que al país le urge hacer en sus distintas dimensiones” subrayó Graue. Y es que estas personalidades están acostumbradas a escuchar, aprender y dialogar con la intelgencia de la nación, con eméritos, con sabios, con diseñadores del futuro, con jóvenes de vanguardia. Son quienes en sus ratos de estudio se involucran con los grandes de la historia, filósofos, historiadores, constructores, estadistas. Y así van formando ideología y señales de excelencia. Esa es la diferencia con los peladitos que tienen curul pero que ni siquiera intentan indagar cuál es el presupuesto designado a los laboratorios universitarios, a instalaciones como los observatorios espaciales, al sismógrafo nacional, a los buques para investigación biológica, a las sedes de la Máxima Casa de Estudios en otros países. No entenderían la dimensión del genoma humano o la tragedia que provocan las pandemias y guerras. Son asuntos que les quedan grandes porque llegaron empujados por la ambición, el compadrazgo y la venta de su reducida moral, todo sin ningún mérito (quizá el de la repartición de la nómina por materia de género). Quizá ahí si el presidente tenga razón, hay dos Mexicos, el que queremos y merecemos para distinguirnos en el universo de las ideas y el que disfrutan los analfabetos y pelafustanes que a razón de “a favor cabrones” creen que heredarán un piso firme a sus hijos. Lo grave de esto es que esos, los pequeñitos, son los que están gobernando.
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del programa Va En Serio MexiquenseTV canal 34.2
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