Por Félix Fuentes
A Donald Trump enfada “la mayor caza de brujas”en la historia de Estados Unidos-así la llama- y entierra su destino. El 80% de estadounidenses se decepciona de su gobierno.
Trump alarga la lista de errores contra migrantes y los ataquesaMéxico. Se empeña en borrar programas de su antecesor Barack Obama, entre ellos los servicios médicos para más de 25 millones de ciudadanos.
El presidente racista critica su propia reforma sanitaria. Tras rechazar la de Obama dijo a 15 senadores que la suya, elaborada en la Cámara baja no llegará lejos porque 23 millones de estadounidenses perderían su cubertura médica.
El constructor canceló el inicio de relaciones con Cuba. Así daña inversiones de estadounidenses llegados a la Isla. En los primeros cinco meses de este año se instalaron 285 mil ciudadanos en Cuba. Hoy no saben qué hacer.
En sus odios, Trump no cerró su embajada en Cuba, no canceló los vuelos comerciales ni los cruceros, no restituyó la política de “pies secos, pies mojados”, que eximía a cubanos de visas.
Eso sí, Trump incluyó en su discurso la cancelación de flujos comerciales y afirmó que no apoyará al monopolio militar castrista. Es una política siniestra, de dominación imperial. Es advertencia para el proyecto de conveniencias en el Tratado de Libre Comercio, que Trump quiere modificar a su gusto.
Enerva a Trump que el FBI investigue sus negocios privados, lo cual tienen prohibido mandatarios de EUA. En eso no tiene escapatoria y puede colocarse con un pie en la calle.
En el Comité de Inteligencia del Senado compareció el Fiscal General Jeff Sessions, quien no reveló sus conversaciones con el Presidente, y dijo que no violaría su deber de proteger las confidencias que tuvo con él.
A la vez se negó a revelar la investigación con Rusia y tampoco habló del despido del director del FBI James Comey.
Eso exasperó a dicho Comité de Vigilancia y el senador demócrata Martín Heinrich espetó al fiscal. “Usted levantó la Mano aquí hoy y dijo que juraba solemnemente decir toda la verdad, pero ahora no está respondiendo a las preguntas”.
En Estados Unidos, eso se llama perjurio y el fiscal mismo puede terminar en le cárcel por ocultar verdades.
También revienta s Trumpque su yerno, el israelita Jared Kushner, sea investigado por sus negocios y encuentros con el embajador ruso Sergei Kislyak y el banquero moscovita Sergei Gorkov
Así, Trump, sus cómplices y su mismo yerno son acorralados y crece la posibilidad de que se les aplique el juicio político. Allá si es operante.